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Aunque todas las personas necesitamos alimentos a diario, nuestras necesidades nutricionales no son las mismas, ya que ellas dependen de varios factores, tales como la edad, el sexo, la estatura, la actividad física que se realiza. Ciertas situaciones especiales, como el embarazo, la lactancia, una enfermedad o la convalecencia también modifican las necesidades de las personas en lo referente a su alimentación.
La malnutrición se presenta cuando la dieta diaria no se ajusta a los requerimientos nutricionales. Podría afirmarse que este problema tienen dos caras, ya que abarca trastornos generados tanto por exceso: obesidad, sobrepeso, como por déficit de nutrientes, como la desnutrición y los desequilibrios por vitaminas, entre otras patologías. Mientras en los países de bajos recursos hay personas que mueren como consecuencia de la desnutrición, en los países más desarrollados existe un alto índice de personas con sobrepeso y obesidad. Existen casos en que la malnutrición se debe a un problema en la digestión o en la absorción de los nutrientes.
Causas de la malnutrición
Falta de recursos económicos.
Falta de disponibilidad de alimentos, debido a catástrofes naturales (sequías, inundaciones, incendios) o a conflictos armados (revoluciones, guerras).
Falta de educación sobre la nutrición y las necesidades alimenticias de las personas.
Problemas de digestión o absorción de los nutrientes.
Consecuencias de la malnutrición
Los problemas generados por una falta de nutrientes pueden tener consecuencias irreversibles, como retraso en el crecimiento y en el desarrollo, deficiencias en la capacidad cognitiva. A nivel social causa un daño económico por la reducción de la productividad en los adultos.
El exceso de nutrientes puede llevar al desarrollo de hipertensión, problemas cardiovasculares, diabetes tipo 2 y otras enfermedades.
Fuentes: http://es.wfp.org, http://www.who.int