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La coordinación motora es una de ellas, no la única ni la más importante.
El desarrollo del lenguaje y la habilidad verbal predicen mejor el éxito escolar que la habilidad motora.
Los colegios y escuelas han puesto un énfasis excesivo en juzgar a los niños por su capacidad para escribir y dibujar. A veces, en desmedro de su habilidad para razonar y expresarse verbalmente.
En ciertos casos, a corta edad aún no tienen definido qué mano utilizarán; son más bien ambidiestros; en esos casos serían zurdos, pues la estimulación que ambienta es fuerte para que sean diestros, o sea, usar la mano derecha (las tijeras y casi todos los utensilios están diseñados para ello).
Sin embargo, en estos casos habría que dejarlos libres, no presionarlos. Es verdad que a los zurdos les cuesta más dar los primeros pasos en la escritura y es necesario saber iniciarlos y tener mucha paciencia. No es conveniente que a un niño zurdo se le obligue a escribir o hacer cualquier actividad con su mano derecha, porque podría crearle problemas emocionales o de lenguaje.
Algunos investigadores sostienen que entre los zurdos existen personas más creativas y geniales que entre los diestros. Es un asunto en discusión, lo que no cabe duda es una característica tan normal, como no tener pelo negro o castaño y no es una deficiencia.
Es importante enseñarles la posición del papel para escribir. Los niños zurdos que tienden a escribir con la mano sobre la letra deben poner la hoja derecha; en cambio los niños que tienden a escribir con la mano bajo la letra deben colocar el papel inclinado levemente hacia la derecha. Los niños diestros inclinan la hoja levemente hacia la izquierda.
Asimismo, siempre es importante recurrir a materiales didácticos de lectura para salvar cualquier inconveniente que se presente.
Por último, cuando el niño estuviera a pocos meses de entrar en el jardín, es importante que se lo adelantara con relación a la lectura inicial, como una forma de ayudarlo a sentirse seguro y evitar problemas posteriores.