La Guerra contra la Triple Alianza

En la misma medida en que el Paraguay se iba abriendo al mundo, y se introducían técnicas y costumbres europeas, se modernizaba la industria y se fortalecía la economía, el entorno geopolítico comenzaba a entretejer una de las guerras más cruentas registradas en Sudamérica: la Guerra contra la Triple Alianza.

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Breve análisis de las causas

La década de 1860, en sus primeros años, fue testigo del agudizamiento de cuestiones limítrofes de larga data. Tanto la Argentina como el Brasil experimentaban gobiernos con fuertes ideas liberales y nacionales que desencadenaron las antiguas pretensiones sobre el territorio paraguayo. A esto se sumaron los intereses británicos que competían abiertamente por el predominio comercial, sumado al escozor que les provocaba la autonomía económica y progresista del Paraguay.

En la Argentina, la unificación bajo el régimen federal asumido desde la presidencia de Bartolomé Mitre siguió un lineamiento antiparaguayo de persecución a la política unitaria y conservadora de López, modelo opuesto al utilizado en la Argentina y a los intereses británicos en el Plata. Desde el diario La Nación, Mitre llamaba ya, en 1862, a una guerra contra el Paraguay para «imponerle la civilización». Por otro lado, el Brasil, al que también había llegado al poder el Partido Liberal, tenía fuertes intereses en las fronteras al norte del río Apa y al este del río Paraná, rica en yerbales naturales.

El caso de Uruguay como detonante de la guerra

En medio de esta compleja perspectiva, un hecho significativo en la región sería el detonante, el caudillo Venancio Flores del Uruguay derrocó al Gobierno legítimo de Bernardo Berro, apoyado por el Imperio del Brasil. El Paraguay interpretó la intromisión del Brasil como una amenaza al equilibrio del Plata y ofreció su ayuda al Partido Blanco, al que pertenecía Berro, declarándole la guerra al Brasil.

López no calculó que la Argentina, apelando a una supuesta neutralidad, no dejaría pasar a las tropas paraguayas para auxiliar al Uruguay, razón por la cual el Paraguay también declaró la guerra a la Argentina. Sin embargo, esta falacia de la neutralidad fue develada cuando sí permitió pasar a las tropas brasileñas durante la guerra.

Ante esta situación, representantes de la Argentina, Brasil y Uruguay firmaron el conocido Tratado Secreto de la Triple Alianza en el que justificarán legalmente gran parte de las atrocidades de la guerra.

Nuevas miradas a las causas de la guerra

El representante brasileño que firmó el famoso Tratado Secreto de la Triple Alianza escribió una carta en 1894 en la que afirmó lo siguiente: «La guerra del Paraguay no surgió después de la «agresión» paraguaya a la Argentina en abril del 65, sino en las Puntas del Rosario en junio del 64». Su carta dice bien claro que «dichas alianzas (Argentina, Brasil y Flores contra el Paraguay) empezaron el día en que el ministro argentino y el brasileño conferenciaron con Flores en las Puntas del Rosario (18 de junio de 1864) y no el día en que Octaviano y yo, como ministros del Estado, firmamos el pacto (1 de mayo de 1865). Es decir, la guerra fue planificada mucho antes.

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Investiga sobre las principales consecuencias de la guerra y los cambios políticos en el Paraguay luego de 1870.

Fuente

CARDOZO, E. (1989). El Paraguay Independiente. Asunción: Schuartzman.

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