La educación y el maestro en el Paraguay (3)

Luego de la Guerra Grande correspondió a los educadores la reconstrucción del país. Aquí la historia de cuatro de ellas.

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Es justo rendir homenajes. En este caso, en la figura de cuatro grandes educadoras nacionales que ayudaron a la reconstrucción del país y la formación de futuras generaciones.

Asunción Escalada (1850 - 1894), insigne figura del magisterio nacional, nieta del educador argentino Juan Pedro Escalada, radicado desde muy joven en el Paraguay, poco antes de la Independencia. Desde niña aspiró emular a su abuelo, quien la había preparado con esmero en la misma carrera que él abrazara con tanta abnegación. Asunción llegó a poseer excelentes conocimientos de literatura, filosofía, historia, geografía, latín, inglés, francés, aritmética, astronomía, cosmografía y primeros auxilios.

Rosa Peña González fue hija de Manuel Pedro de Peña y Rosario Guanes, nació en Asunción en 1843. Su padre, pariente de don Carlos y funcionario del Estado, emigró a Buenos Aires por diferencias con el presidente. Rosa Peña siguió sus estudios en el Colegio de Huérfanas de la Merced, y recibió el título de magisterio. Al terminar la guerra regresó al país; se atribuye a su influencia la expansión de la educación primaria, debido a la creación de escuelas en el interior, y el haber propiciado el retorno al país de las hermanas Speratti y de otros maestros paraguayos que tenían buena posición en Buenos Aires.

Adela y Celsa Speratti fueron dos educadoras paraguayas de ejemplar dedicación, formadoras de generaciones de docentes. Adela vino al mundo en 1865 en Barrero Grande, ahora Eusebio Ayala, en plena guerra, cuando la población paraguaya seguía al ejército en retirada. Celsa nació en Luque tres años después. Al tiempo se encontraban residiendo en Concepción del Uruguay, que en la época era un importante centro cultural. Adela, terminado su curso básico, fue incorporada como maestra en 1886 y tres años más tarde ocurría lo mismo con su hermana Celsa. Ese aprendizaje fue posible gracias a las becas otorgadas por el Gobierno argentino. En 1890, el Gobierno paraguayo requirió el auxilio de estas prestigiosas educadoras, encomendándoles la instrucción pública femenina del país.

Fuentes

CENTURIÓN, Carlos R. (1947). Historia de las letras paraguayas. Buenos Aires. Editorial Ayacucho.

PLÁ, Josefina (1992). Obras Completas. Tomo I. Historial Cultural. Asunción. Instituto de Cooperación Iberoamericana-RP Ediciones

ROMERO DE VÁZQUEZ, Natividad G. (2008). La educación en el Paraguay: Desarrollo 1811 - 1931. Asunción. Editorial Don Bosco.

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