La berenjena

Sus frutos resultan adecuados para el control del colesterol, la protección del hígado y el sistema circulatorio.

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Acerca de la berenjena

Pertenece a la familia de las solanáceas, como el tomate, el locote y las papas.

Es un cultivo de clima cálido, la temperatura media óptima es de 23 a 25 °C. Soporta entre los 12°C a los 42°C, temperaturas más extremas producen retraso en el crecimiento.

Los suelos más adecuados son los francos y profundos. Los suelos arcillosos pueden producir asfixia de las raíces. Es un cultivo exigente en nutrientes por lo que es necesario un buen abonado unas semanas previas al trasplante y otro al momento del cuajado de los frutos ya que tiene un periodo de cosecha bastante largo (aproximadamente 4 a 6 meses).

También es exigente en sus requerimientos de agua, por lo que el riego debe ser abundante y regular, evitando los encharcamientos que no los tolera y la vuelve propensa a desarrollar hongos y contraer enfermedades.

Se reproduce por semilla. Germina a los 10 días. En nuestro país el clima es propicio para producirla todo el año. Se siembra en semillero. El trasplante puede hacerse al cantero definitivo o bien, con un trasplante intermedio a macetas o contenedores, para asegurar el cuidado y fortalecimiento de las plantas antes de llevarlas a terreno definitivo con una separación de 50 a 70 cm. entre plantas.

Antes del periodo de fructificación, necesita un aporque para asegurar la estabilidad de la planta y, dependiendo de la cantidad de frutos, podría necesitar un tutor para prevenir que la planta se acueste y los frutos enfermen al tocar el suelo.

Se cosecha antes de que el fruto madure, cuando la cáscara tiene un color intenso y brillante aún. Cuando la cáscara se opaca y aclara, el fruto es blando al tacto, indica que ya está maduro, las semillas se formaron y endurecieron, y la pulpa se vuelve esponjosa y amarga.

Debido a sus altos requerimientos, es conveniente no volver a cultivarla en el mismo lugar por un periodo de 2 a 3 años.

Es conveniente asociarla con apio, cebolla, escarola, espinaca, lechuga, zanahoria, rabanito, repollo.

No es conveniente asociarla con otras solanáceas.

Fuente

Lerena Gabarret, A. (1980) Enciclopedia de la Huerta. (Séptima Edición). Buenos Aires: Editorial Mundo Técnico SRL.

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