La actividad hogareña

Se suele afirmar con justa razón que el hogar (padres e hijos) es la primera escuela, la iglesia doméstica y el foro de la democracia. Considerándolo así, el primer valor en ejercicio debe ser el respeto, acompañado de otros no menos importantes, como solidaridad, afecto, estudio y trabajo hogareño.

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Veamos el siguiente caso

—Ya no sabemos qué hacer con nuestros hijos (5.° y 8.° grados), son holgazanes, mal entonados e incorregibles (una madre angustiada cuenta en un grupo de sus pares). De inmediato el tema generó un encendido debate con recetas que iban del castigo hasta sugerencias, como «¡no le hagas caso, ya cambiarán para bien!»

Ante el caos, una madre de cinco hijos opinó dando la siguiente salida a la discusión.

—Miren señoras, nosotros en la casa logramos la disciplina con la tarea hogareña; cada quien tiene una tarea rutinaria, no se acepta la pereza ni el mal humor. (Muchas de las madres, finalmente, asintieron la propuesta).

1. Contesta.

a. ¿Cuáles son las tareas del hogar que pueden hacer los hijos? Cita algunas.

b. ¿Por qué el trabajo disciplina la conducta de los hijos? Fundamenta tu respuesta.

c. ¿Cuál de estos sistemas: autoritario, democrático o permisivo aplicas en la educación de tus hijos? Responde y justifica.

2. Marca con SÍ o NO, según estés o no de acuerdo con las siguientes proposiciones.

a. Los hijos deben aprender la responsabilidad realizando tareas en la casa.

NO

b. Los hijos no son empleados domésticos. Ellos solo deben hacer sus tareas escolares.

NO

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