Jesús murió en la cruz ¡para salvarnos!

Tan pesada resultó la cruz sobre su espalda que Jesús cayó tres veces bajo su peso. Sus fuerzas le fallaron en tres ocasiones porque estaba muy debilitado por el hambre, los azotes, la tristeza, el griterío de la gente al verlo pasar y la vergüenza. Él no estaba acostumbrado a tanta humillación. No fue solo por la cruz que lo aplastó y lo hizo caer por el suelo, sino también por todos los pecados de los hombres y mujeres de todos los tiempos, y que Él, con su sufrimiento, salvó.

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Las últimas palabras de Jesús fueron: «Todo está consumado».

Con esto quiso decir que ya había cumplido con la voluntad de su Padre y que con su muerte pagaba la cuenta de todos nuestros pecados y nos conseguía el cielo. Entregaba su vida para que nosotros pudiéramos vivir en el paraíso con su Padre para siempre. 

Después de estas palabras, Jesús expiró y murió. Era como el mediodía. El sol se ocultó y todo el país quedó en tinieblas y un gran temblor sacudió la ciudad.

Sugerencias

• Conversamos sobre el significado de la Semana Santa, acerca del sacrificio que hizo Jesús por todos nosotros, por nuestra salvación; cómo vive en nuestros corazones para siempre, cómo vivir para honrar ese sacrificio, qué valores practicar, entre otras cosas.

• A través de manualidades también podemos abordar el tema.

CRUZ CON PAPELES DE COLORES

- Preparamos papeles de seda de diferentes colores y pegamento de barra. Luego recortamos una cruz de cartulina para los niños y las entregamos junto con los papeles de seda y el pegamento.

- Finalmente, rompemos trocitos pequeños de papel, los arrugamos un poquito y los pegamos por toda la superficie de la cruz de Jesús.

Ámbito: Así pienso, me expreso y me comunico

Dimensión: Lenguaje Oral y Escrito

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