Ha estado presente en muchas culturas antiguas. Ha sido acreditada como poseedora de cualidades mágicas por diferentes pueblos. Los egipcios sentían predilección por la turquesa que convirtieron en joya de ceremonias, como la invocación de la lluvia o de las nubes y amuletos. Los griegos preferían el mármol blanco. Los romanos optaron por el mármol.
La palabra jade es de origen español. La explicación sería que al inicio se la conocía como piedra de ijada que al pasar de pueblo se fue modificando hasta quedar como es hoy. La palabra jade en chino significa belleza de cuerpo y de espíritu, para ellos es la piedra de los dioses y tiene un origen celestial.
En el terreno de las relaciones sentimentales hay expresiones que utilizan la palabra jade.
Confusio, decía: Para los hombres sabios el jade es el símbolo de todas las virtudes, tiene un sedoso resplandor y brilla como la bondad. Por su dureza penetra en otros materiales como la inteligencia penetra en la esencia de las cosas. Sus filos cortan tanto como la justicia. Su brillo es callado como la humildad. Cuando se golpea el jade con delicadeza emite un sonido que continúa vibrando como una campana. Su transparencia evidencia como la verdad y las sombras a menudo encerrados en él. El libro de la poesía dice: si pienso en una persona perfecta se me parece como hecha de jade. Esta es la causa por la que los hombres sabios aman el jade.
Muchos aseguran que un brazalete de jade cambia de color cuando su portador cae enfermo. Otros dicen que si es un anciano quien la lleva, su color se oscurece y vuelve a recuperar su color cuando un joven lo porta.
Los artesanos que confeccionaban verdaderas obras de arte gozaban de una gran reputación, eran tratados como nobles.
Los verdaderos jades son: la nefrita, que es un silicato de calcio y magnesio; la jadeita, que es un silicato de sodio y aluminio, con estructura cristalina, brilla con un verde casi transparente que recuerda a la esmeralda. La nefrita aparece en varios colores: blanco con manchas grises, amarillo, marrón, ceniza, negro, azul lavanda o blanco lechoso.
Delicadamente formado es mi señor. Como un centro de jade, como un trono.
Para los mayas, el jade fue una piedra sagrada y material utilizado para la construcción de ídolos.
Jarrón tallado a partir de una pieza única.
Tigre de la dinastía Han.
En esta cabeza se reúnen: dureza, brillo, frialdad y transparencia.
Perfumador de jade blanco, tiene tres siglos de antigüedad, se llama la Isla de los Dichosos.
Desanudador, con el que los chinos desenredaban sus coletas.
Punta de lanza y hacha.