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Cuando hablamos de las funciones mentales básicas (FMB) nos referimos a las funciones psíquicas que necesitan ser apropiadamente desarrolladas antes del inicio de la etapa escolar básica, que son imprescindibles para el pleno desarrollo de las potencialidades del niño en el ámbito físico, socio-emocional y psicomotor.
Es fundamental que las habilidades y destrezas preacadémicas sean aprestadas, a fin de que sobre las mismas se construya el aprendizaje formal. Si el niño no ha desarrollado eficazmente las funciones psicológicas básicas, corre el riesgo de fracasar en el primer grado, situación que puede ir desencadenando otros problemas en el aprendizaje, como: la falta de capacidad de almacenar, procesar y reproducir información, la imposibilidad de llevar una convivencia social armónica o realizar tareas con éxito.
Hoy día, es sumamente importante articular tareas entre la escuela y la familia a través de propuestas que emerjan desde los mismos estamentos educativos para desarrollar el lenguaje, la percepción, el esquema corporal, la orientación témporo-espacial y la lateralidad en actividades válidas y sencillas.
A continuación se plantean algunos ejercicios a ser aplicados en las áreas mencionadas:
Área del lenguaje: Practicar la pronunciación correcta de sonidos, soplar por segundos y minutos una tirita de papel, algodón u otro material liviano, abrir y cerrar la boca, alzar y bajar la lengua, nombrar objetos del entorno, inflar globos, etcétera.
Área sensoperceptiva: En este contexto se trabajará en
* La percepción visual: Identificar en botones, tapitas de gaseosas, tapas de frascos, cajas varias, otros: color, tamaño, forma, peso, posición, extensión, etcétera.
* La percepción auditiva: Reconocer sonidos de silbidos, palmadas, sonajeros, latas, silbato, vidrios, plásticos, madera, etcétera.
* La percepción gustativa: Identificar el sabor en elementos concretos del ambiente natural.
* La percepción olfativa: Reconocer olores agradables y desagradables en el entorno e ilustraciones.
* La percepción táctil: Con los ojos cerrados, identificar la textura de telas, cartón, plásticos, algodón, materiales cocidos como el ladrillo, productos artesanales y otros.
* El esquema corporal: Se manipulará con rompecabezas del cuerpo humano, muñecos, láminas del cuerpo humano, identificando en los mismos las partes del cuerpo humano.
* La orientación témporo-espacial: Se trabajará con materiales concretos planteando situaciones secuenciales acordes a la madurez del niño reconociendo en los mismos, por ejemplo: día, noche; ayer, hoy; rápido, lento; chico, grande; etc. Paralelamente, se utilizarán el esquema corporal y la abstracción.
"Educar es prevenir, prevenir es transformar". (Anónimo)
Es fundamental que las habilidades y destrezas preacadémicas sean aprestadas, a fin de que sobre las mismas se construya el aprendizaje formal. Si el niño no ha desarrollado eficazmente las funciones psicológicas básicas, corre el riesgo de fracasar en el primer grado, situación que puede ir desencadenando otros problemas en el aprendizaje, como: la falta de capacidad de almacenar, procesar y reproducir información, la imposibilidad de llevar una convivencia social armónica o realizar tareas con éxito.
Hoy día, es sumamente importante articular tareas entre la escuela y la familia a través de propuestas que emerjan desde los mismos estamentos educativos para desarrollar el lenguaje, la percepción, el esquema corporal, la orientación témporo-espacial y la lateralidad en actividades válidas y sencillas.
A continuación se plantean algunos ejercicios a ser aplicados en las áreas mencionadas:
Área del lenguaje: Practicar la pronunciación correcta de sonidos, soplar por segundos y minutos una tirita de papel, algodón u otro material liviano, abrir y cerrar la boca, alzar y bajar la lengua, nombrar objetos del entorno, inflar globos, etcétera.
Área sensoperceptiva: En este contexto se trabajará en
* La percepción visual: Identificar en botones, tapitas de gaseosas, tapas de frascos, cajas varias, otros: color, tamaño, forma, peso, posición, extensión, etcétera.
* La percepción auditiva: Reconocer sonidos de silbidos, palmadas, sonajeros, latas, silbato, vidrios, plásticos, madera, etcétera.
* La percepción gustativa: Identificar el sabor en elementos concretos del ambiente natural.
* La percepción olfativa: Reconocer olores agradables y desagradables en el entorno e ilustraciones.
* La percepción táctil: Con los ojos cerrados, identificar la textura de telas, cartón, plásticos, algodón, materiales cocidos como el ladrillo, productos artesanales y otros.
* El esquema corporal: Se manipulará con rompecabezas del cuerpo humano, muñecos, láminas del cuerpo humano, identificando en los mismos las partes del cuerpo humano.
* La orientación témporo-espacial: Se trabajará con materiales concretos planteando situaciones secuenciales acordes a la madurez del niño reconociendo en los mismos, por ejemplo: día, noche; ayer, hoy; rápido, lento; chico, grande; etc. Paralelamente, se utilizarán el esquema corporal y la abstracción.
"Educar es prevenir, prevenir es transformar". (Anónimo)