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La estimulación temprana implica brindar estímulos que permitan el desarrollo integral del niño, de modo que sus potencialidades alcancen las posibilidades máximas en las diferentes áreas. Lo importante es no forzar el curso natural de la maduración del sistema nervioso central.
Las técnicas que puedan utilizarse varían de acuerdo con el tipo de estimulación. En la estimulación precoz psíquica, las técnicas aplicadas actuarán esencialmente en el área sensorial utilizando estímulos sensoriales, auditivos y táctiles produciendo conexiones interneuronales y respuestas motoras una vez que llegan al cerebro. Generalmente está dirigida a niños de 1 a 6 años que presentan capacidades o necesidades diferentes, retraso o riesgo de padecerlo en cualquier área del desarrollo, así también a las familias, docentes y al entorno que los rodea. Para la educación es muy importante, pues con el contacto diario que tiene el docente con el niño puede encaminar el tratamiento hacia el logro de objetivos.
La finalidad de la estimulación temprana es contribuir a mejorar resultados lo más rápido posible, considerando el tiempo que pueden llevar algunas deficiencias. Se puede aplicar en un centro especializado y en el mismo hogar del niño, en ambos casos se obtendrán resultados satisfactorios toda vez que el trabajo se sustente con la realidad y se tengan en cuenta todos los factores intervinientes.
La estimulación temprana será aplicada por profesionales bien entrenados (médicos, pedagogos, psicólogos, docentes de preescolar y educación especial, enfermeros, psicomotristas, fisioterapeutas, otros), todos los responsables de la labor, y que conozcan el desarrollo neurológico y evolutivo del niño.
Necesitan de un tratamiento de estimulación temprana los prematuros de bajo peso, hijos de madres adolescentes y madres de más de 35 años, los que pasaron por algunas complicaciones durante el parto, niños con Síndrome de Down, y otros problemas genéticos, déficit visual y auditivo, parálisis cerebral, problemas de conducta y todos los niños que hayan afrontado riesgos de padecer alteraciones en el desarrollo.
Para tener en cuenta
Actualmente a la estimulación temprana se lo conoce también con el nombre de atención temprana.
Actividades
1. Brindar al niño mucho amor, atención y experiencias significativas.
2. Nombrar constantemente la ropa mientras se viste al niño.
3. Orientar al niño a utilizar la cuchara, taza y servilleta.
4. Confeccionar un álbum de imágenes cotidianas, para desarrollar y fortalecer el lenguaje.