Historias para reflexionar

La hora de la narración nos sirve para dar cumplimiento a una interesante serie de objetivos perseguidos por la lectura. Siempre que leamos historias contadas por otras personas, debemos aprovechar todo el caudal, tanto de fantasía como de realidades verificables que transportan sus palabras.

/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2036

Cargando...

. A continuación compartimos la lectura oral de este cuento popular.

El campesino veraz

En un pasado lejano, en una isla muy remota, vivía un campesino tan honrado que todo el mundo lo llamaba el Campesino Veraz.

El rey de la isla tenía muchos rebaños de ovejas y cabras.

Habiendo oído hablar del Campesino Veraz, pensó de este modo:

“Un hombre que no dice nunca una mentira será el mejor pastor de mis rebaños”.

Mandó, pues, el rey llamar al campesino y le dijo:

-Te confío mis ovejas y mis cabras. Ten cuidado especial de una cabra, una oveja y una ovejita que yo te enseñaré.

El Campesino Veraz se sintió orgulloso. ¡No era nada ser pastor de los rebaños del rey!

Todos los sábados daba cuenta al rey de los animales que tenía a su cargo. Todo le fue bien hasta que uno de los cortesanos sintió envidia del campesino y empezó a pensar cómo le haría daño.

-¿Crees, Vuestra Majestad, – dijo un día el cortesano al rey – que el Campesino Veraz no dice nunca una mentira?

El rey contestó:

-Apuesto mi reino a que no miente.

-Pues yo – respondió el cortesano – apuesto el cargo que tengo en la corte a que el sábado próximo el campesino miente a Vuestra Majestad.

-Y si miente – dijo el rey – te nombraré para otro cargo más alto del que ahora tienes.

El cortesano envidioso habló con su mujer sobre el asunto.

-Déjalo a mi cargo –dijo la mujer –. Es muy fácil hacer que mienta el campesino.

Al día siguiente, la mujer se vistió como una reina, con un vestido de seda y se ciñó la frente con una diadema de brillantes.

Hecho esto, se fue a las colinas y encontró al Campesino Veraz echado bajo un árbol.

-¿Eres el pastor del rebaño? – preguntó la mujer.

El Campesino Veraz se puso en pie de un salto y saludó profundamente a la señora.

-¿Qué manda, Vuestra Majestad? – dijo el Campesino.

-Quisiera una ovejita. Dame esa que está a tu lado.

-¡Ay! – dijo el campesino –. No puedo complacerla; esta ovejita pertenece al rey.

Al oír esto, la dama comenzó a llorar, y el campesino sintió tanta pena, que le dijo:

-Tome, Señora, la ovejita.

El campesino se quedó muy triste.

-¿Qué le diré el sábado al rey? – pensó –. ¿Le diré que se la ha robado un ladrón? No, eso es una mentira. ¿Le diré que se la llevó un maldito lobo? No, no puedo decir eso. No puedo mirar al rey y decirle una mentira.

El sábado, como de costumbre, el rey mandó llamar al campesino.

-¿Cómo está mi cabra? – preguntó.

-Señor, está bien.

-¿Y mi oveja?

-Señor, la oveja está muy bien.

-¿Y mi ovejita?

-Señor, – contestó el campesino-, una bella dama, con una diadema en la cabeza me pidió la ovejita. Y, yo, olvidando mis deberes, se la di. Hice, señor, una acción muy mala.

-Gané la apuesta – dijo el rey al cortesano –. Te perdono, mi veraz pastor.

Y, volviéndose hacia el cortesano envidioso, le dijo:

-Has perdido tu cargo. No quiero a mi lado sino a los que gozan con el bienestar y la honra de los otros.

Actividades

1. Elegimos cuatro integrantes del grupo para que lean por turno la historia popular.

2. Para comprender mejor el contenido del cuento, nos disponemos a copiar el significado de cada uno de los siguientes vocablos según su empleo en la lectura.

Trabajamos todos en forma conjunta y ordenada dirigidos por el docente.

. remoto:

. veraz:

. cortesano:

. corte:

. ciñó (ceñir):

. diadema:

. profundamente:

. bienestar

. honra:

3. Designamos algunos narradores que pasarán a reconstruir la historia, pero empleando vocabulario personal.

4. Otros narradores voluntarios ofrecerán contar nuevamente el cuento aunque, esta vez, alterando parte o partes de la historia original.

5. El docente nos ayuda a enjuiciar la conducta del cortesano y la de su esposa.

6. Nuevamente el docente nos ayuda a opinar y a concluir acerca de la actitud adoptada por el rey al final del relato.

7. Comentamos el mensaje que proyectan las palabras del rey y que se encuentran al inicio del cuento, las cuales están resaltadas en negrita.

8. Copiamos en una cartelera las conclusiones generales y la enseñanza que se desprende de la lectura.

9. Exhibimos en el panel del grado la cartelera elaborada a la cual le iremos adhiriendo los dibujos relacionados con la historia y que fueran realizados por voluntarios quienes gentilmente cedieron sus trabajos para completar el efecto multiplicador del texto leído.

10. Lectura y respiración

. Leemos el siguiente párrafo marcando las pausas cortas (/), las largas (//) para que resulte una lectura expresiva.

“El Campesino Veraz / se sintió orgulloso. //

¡No era nada / ser pastor de los rebaños del rey! //

Todos los sábados / daba cuenta al rey / de los animales que tenía a su cargo. // Las cosas fueron bien / hasta que uno de los cortesanos / sintió envidia del campesino / y empezó a pensar cómo le haría daño. //

11. Tomamos en cuenta estas indicaciones de pausas en la lectura oral para aplicaciones posteriores.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...