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Los centros asistenciales dan cuenta que a diario muchas personas recurren por este problema, y son derivados a urgencias o a una sala de hidratación.
El calor suave resulta agradable, pero en exceso puede llegar a producir problemas de salud. Un golpe de calor se origina cuando la temperatura corporal sube por encima de los 40 ºC. El organismo humano funciona a unos 37 ºC y es bastante sensible a las variaciones externas. Para ello, dispone de mecanismos que regulan su temperatura, como el sudor, y distribuyen el calor mediante la sangre y lo expulsan hacia el exterior.
La temperatura a la que se puede producir un golpe de calor varía según el individuo. Las personas mayores de 65 años y los niños menores de seis son más vulnerables, así como los turistas que viajan de zonas frías a países más cálidos, a cuyo tipo de clima no están acostumbrados.
Entre los síntomas más importantes del golpe de calor podemos mencionar: mareo, confusión, desorientación, sudoración excesiva al principio con posterior falta de sudor, enrojecimiento y sequedad de la piel, fiebre con temperatura corporal de 39,4 ºC, llegando hasta los 40 ºC y más.
¿Qué no podemos hacer?
A continuación, lo que NO tenemos que hacer:
Actividad laboral intensa en las horas de calor pleno.
Estar solo, si se es propenso a sufrir golpe de calor.
Comer comidas grasas que dificulten la digestión.
¿Sabías que?
Los signos de alarma del golpe de calor son: piel que se siente caliente y seca, pero no sudorosa, pérdida del conocimiento, vómitos frecuentes y sensación de falta el aire.
Fuente: ABC Color. 2017. Existen más consultas por golpe de calor. Disponible en http://bit.ly/2jmDdzs