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Romeo y Julieta
Historia de amor junto a una maceta (Primera parte)
(Un jardín con arbustos y macetas con flores. En un extremo, un edificio con un balcón).
(Julieta asoma en el balcón. Busca a alguien en el jardín).
JULIETA: —Romeo, Romeo. ¿Dónde estás?, que no te veo.
ROMEO: (Que se incorpora junto a una maceta con flores). —¡Aquí, Julieta!, junto a esta maceta.
JULIETA: —¡Oh, mi amor!
ROMEO: —Tú eres mi flor. (Agarra una flor de la maceta con la intención de arrancarla, pero tira de ella, mas no puede sacarla del tiesto; tira de ella, hasta que finalmente cae Romeo al suelo, cuan largo es. Inmediatamente se levanta de un salto casi atlético).
Estoy bien, amor mío. (Cae de nuevo al suelo).
JULIETA: —¿Romeo?… No dice ni pío. (El padre de Julieta aparece en el balcón, junto a su hija. Viene del interior del edificio).
PADRE: —¿Con quién hablas, hija?
JULIETA: —Hablo contigo, padre.
PADRE: —No trates de engañarme. ¿No estará por aquí ese Romeo?
JULIETA: —¿Romeo?, no creo; no lo veo.
PADRE: —Ya sabes que te he prohibido que te veas con ese sinvergüenza, hijo del odiado Montesco.
JULIETA: —¿Y por qué odiamos a los Montesco?
PADRE: —Ni remota idea, hija. Mi padre ya los odiaba, igual que mi abuelo.
JULIETA: —Eso no tiene sentido.
PADRE: —Nada tiene sentido en esta vida. Yo lo único que quiero es que mis nietos odien a los Montesco. (Sale el padre).
JULIETA: (Después de comprobar que su padre se ha alejado).
—Romeo, ¿dónde estás?, que no te veo.
ROMEO: —Aquí, Julieta, aplastado junto a la maceta. (Se incorpora).
JULIETA: —¿Qué podemos hacer?, ya has oído a mi padre.
ROMEO: —No desesperemos. Cuando los enamorados tienen problemas, el destino acude en su ayuda.
JULIETA: —¿Y esa tontería?
ROMEO: —La leí en un libro de teatro. Al fin y al cabo, la vida es un teatro inmenso.
Conde Paris: (En off) —¿Dónde estás, Julieta?
JULIETA: —Escóndete, Romeo; es el conde Paris. Le diré que mi padre no me deja enamorarme de él.
ROMEO: —Ese conde Paris es un cursi.
JULIETA: —Y también el hijo del rey. ¡Escóndete! (Romeo se oculta).
(Entra el conde Paris).
CONDE: —¿Cuándo te casarás conmigo, Julieta?
JULIETA. —Sabes que no puedo. Mi padre no te ve con buenos ojos.
CONDE: ¿Cómo va a hacerlo si es tuerto? (Aparece el padre en el balcón, tiene una maceta en sus manos).
PADRE: —Sinvergüenza, Montesco.
JULIETA: —No padre, no es…
PADRE: —Calla, no lo defiendas.
(Arroja la maceta por el balcón y esta da en plena cabeza al conde, que cae al suelo, no sabemos si desmayado o muerto).
JULIETA: —Era el conde Paris.
La obra del género dramático presenta las siguientes características:
1. Está escrita para ser representada en un escenario.
2. No tiene narrador.
3. Los personajes dan a conocer las ideas que el autor quiere transmitir a través de los diálogos y las acciones.
4. Consta de la presentación del tema, el conflicto y desenlace.
5. Se divide en partes a las que se denomina actos, y estos, a su vez, están formados por una o más escenas (tiempo comprendido entre la salida y la entrada de un personaje).
6. Incluye acotaciones (indicaciones) dirigidas a los directores teatrales y relacionados con el arreglo del escenario, el vestuario y la forma de actuar de los personajes para crear un clima adecuado.
Fuentes:
RIOSECO IZQUIERDO, R. Texto de Castellano para el sexto año básico. Editorial Andrés Bello.