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Para los niños de más edad, que ya hace años concurren a la escuela, que han disfrutado de un largo receso veraniego o que han estado ausentes debido a una enfermedad, la vuelta al colegio puede ser muy traumática, ya que es posible que no se encuentren a gusto allí.
Sus amistades pueden haber cambiado, al igual que la maestra y el aula. Es posible que se hayan acostumbrado a estar en casa y a sentir el cuidado cercano de uno de los padres; entonces, cuando toda esta atención se retira, se sienten inseguros y, de un momento a otro, se encuentran, de nuevo, bajo la mirada atenta de sus maestros.
El maestro
Es muy importante que sepa qué actitudes son recomendables y cuáles no.
Lo ideal:
. Permita que el niño acuda al baño tantas veces como desee. Es posible que necesite orinar, o que tenga diarrea. Jamás debe prohibírsele que vaya, y resulta de mucha ayuda que no se lo haga sentir avergonzado por necesitar salir del aula tan a menudo; de lo contrario, se sentirá inquieto e incomodo en la escuela.
. Elogie a cada alumno cada vez que sea posible, para que el niño lleve a cabo su proceso de aprendizaje en un contexto positivo y alentador.
. Siempre trate al niño con consideración y respeto.
. Piense con detenimiento lo que dice al niño.
. Reconozca el esfuerzo que despliega el niño con fobia escolar al concurrir a clase, y la angustia que esta situación provoca en la familia.
. Explique el problema del pequeño a los compañeros de clase de manera concreta, para que sean más comprensivos y tolerantes.
Lo que debe evitar:
. No envíe al niño de regreso a casa si se queja de sentirse enfermo, sin primero verificar sus síntomas.
. No castigue al niño si su conducta en el aula no se parece a la de los demás; no es su culpa y no puede evitarlo.
. No eche la culpa al niño o a sus principales cuidadores (aun cuando ellos culpen a la escuela). La situación empeora si los maestros sienten que necesitan dejar bien en claro que no se trata de un problema de la institución.
. No haga bromas a expensas del niño. Se sentirá humillado, y es muy posible que las bromas sigan en el patio de la escuela.
. No haga comentarios negativos al niño sobre el mismo o su conducta.
Durante el periodo lectivo, los niños pasan la mayor parte de su tiempo en la escuela; si los estudiantes consideran a la institución como un lugar frustrante o atemorizante, el impacto en su vida puede ser muy negativo.
Fuente: Fobia Escolar, Mariana Csóti – Bs. As. 2013.