Cargando...
¡Tremenda confusión!
Raquel: Profesora, estoy muy angustiada porque me contó Carlitos que Marta y Carolina le dijeron que ni un compañero sería mi amigo porque vivía en una casa pequeña y sencilla.
Profesora: ¡Qué pena Raquel! Vamos a aclarar lo que escuchó Carlitos.
Raquel: Gracias, profesora, por ayudarme.
Profesora: Marta y Carolina, vengan por favor. ¿Es cierto que no quieren ser amigas de Raquel? ¿Por qué?
Marta: No, profesora. Al contrario, estábamos hablando con los demás compañeros de que debemos hacer todo lo posible para que Raquel se sienta bien con nosotros.
Profesora: Carlitos, ¿por qué hiciste ese comentario?
Carlitos: Cuando estaba en el recreo pasé cerca de las niñas y escuché que mencionaban a Raquel y dónde vivía.
Profesora: ¿Escuchaste decir a Marta y a Carolina que las demás no sean sus amigas?
Carlitos: No, profesora. Al oírlas, pensé que no querían que fuese su amiga. No escuché que dijeran lo que Raquel dijo.
Profesora: Entonces, ¿por qué le dijiste a Raquel?
Carlitos: Porque me imaginé que de eso hablaban. Pero en realidad, no lo escuché.
Profesora: De toda esta confusión aprenderemos que existen comentarios que realmente ocurrieron, otros, son opiniones o suposiciones de los demás y por eso, debemos tener mucho cuidado al reproducirlos.
Aclarado el tema. Gracias a todos por hablar.
Carolina: Gracias a usted profesora. Si no hubiéramos hablado, esta situación no se hubiera aclarado.
Profesora: Recuerden chicos, es mejor hablar con la verdad que imaginar falsos amigos.
Raquel: Gracias profesora por aclarar el pequeño incidente.
Profesora: No tienen que agradecerme chicos, esto ayudará para que otros compañeritos tengan más cuidado al hablar y repetir informaciones que no son ciertas y que dañan a otros.