Si no lo ha hecho ya, tu hijo no tardará en pedirte que lo dejes vestirse solo. Es normal, porque a los 4 años los niños no sólo van independizándose cada vez más de sus padres, sino que, en lugar de asustarse por ello, como podría haberles pasado en épocas anteriores, ahora disfrutan haciendo las cosas por sí solos.

Hagámosle fácil lo difícil

Para ayudarlo en su nueva aventura, procuremos vestirlo con ropa que sea fácil de poner y quitar. Además es mejor que sus prendas tengan dibujos, bordados o bolsillos en la parte delantera, para que el niño sepa perfectamente cómo se las debe poner. Recuérdale también que la etiqueta suele ir en la espalda y que los bolsillos traseros de las faldas y de los pantalones suelen ser más grandes que los delanteros, les ayudará mucho.

Hay muchas más “pistas” que nos agradecerán si se las advertimos. Por ejemplo, saber que la parte del culete de las bragas y de los calzoncillos es más ancha que la de delante, que la cremallera de la bragueta no puede quedar en la parte de atrás, que las rodilleras de los pantalones se llaman así porque van encima de las rodillas, son cosas que facilitarán su independencia en la vestimenta...

Las prendas que más trabajo le costarán serán aquellas que se abrochan con botones, automáticos y cremalleras. Aún así cuando vestirán con una de estas prendas, es mejor que no se lo demos todo echo. Limitémonos a echarle una mano una vez que él se la haya intentado poner.

Si vemos que tiene muchas dificultades, dediquemos un tiempo todos los días a enseñarle a abrochar y desabrochar los botones y a bajar y subir las cremalleras de unas cuantas prendas, apoyando estas en una superficie plana, como una mesa o el suelo. Así irán teniendo práctica y habilidad en los dedos.

Para ayudarle a diferenciar los zapatos, que no se ponga el derecho en el izquierdo y viceversa, es muy práctico dibujar una media luna en el interior de cada zapato, de manera que, al juntarlos en paralelo, si están bien colocados, las dos medias lunas se unan en un círculo.

Con juguetes, le costará menos

En cualquier caso, para que aprendan antes a vestirse solo, es conveniente comprarle juguetes pensados para ello. Hay muñecas vestidas con prendas llenas de botones y con zapatos y cordones, que le vendrán muy bien. Además, se le puede comprar una lámina de madera con agujeros o podemos hacerla nosotros mismos, para que tu hijo meta y saque los cordones por ellos.

Otra opción es que a un almohadón viejo que tengamos en la casa le pongamos cremalleras, para que él practique y vea cómo tiene que subirlas y bajarlas sin pillar la goma espuma del interior.

Gracias a estas pautas, nuestro hijo no tardará en proponernos jugar una carrera para comprobar quién de los dos tarda menos en vestirse.