La rubéola es una enfermedad infecciosa transmisible por un virus, generalmente benigna, cuyos efectos más peligrosos se pueden producir en el feto si la infección ocurre durante el primer trimestre del embarazo. Alrededor del 90 y quizás más porcentaje con las nuevas campañas de vacunas tienen anticuerpos protectores; y para aquellos que no lo tienen, se recomienda la vacuna, teniendo presente que no debe embarazarse dentro de los meses después de haber sido vacunada.
¿CÓMO SE TRANSMITE?
El período de incubación de la enfermedad es de 14 a 23 días, y se puede transmitir una semana antes del período de erupción y, por lo menos, cuatro días después que éste empiece. Dado que no siempre se presentan síntomas, es posible que una persona aparentemente sana transmita el virus.
SÍNTOMAS
En los adultos, la enfermedad generalmente comienza con fiebre leve, dolor de cabeza, malestar general y, a veces, conjuntivitis y romadizo. Los niños, en cambio, habitualmente presentan pocos síntomas generales, o bien, no los muestran. Aproximadamente al 5º día de iniciados esos síntomas, aparecen pequeñas y finas manchas rosadas difusas, que pueden confundirse con sarampión o escarlatina. Se inician en la cara y, después de un día, se generalizan a todo el cuerpo, manteniéndose durante alrededor de tres días. El signo más característico de la enfermedad se presenta antes de la erupción, como ganglios hinchados detrás de las orejas y en la zona del cuello. En mujeres adultas se produce a menudo dolor o inflamación de articulaciones.
Cerca de la mitad de las personas infectadas no presentan síntomas clínicos ni erupción manifiesta.
PREVENCIÓN
La vacuna contra la rubéola es llamada Tresvírica (contra rubéola, sarampión y parotiditis), se aplica al año de edad, y se refuerza durante el 1er. año de Educación Básica. En poblaciones adultas se observa, en cambio, el fenómeno de inmunidad activa, adquirida por haber contraído la enfermedad durante la niñez. Esta inmunidad frecuentemente dura toda la vida.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE CONTROLAR LA RUBÉOLA?
El control de la rubéola es importante ya que, si afecta a la mujer embarazada durante el primer trimestre de gestación, existe entre un 80% y un 90% de probabilidad de que el feto nazca con una malformación congénita, que puede hacerse evidente al momento de nacer o luego de 2 o más años. También puede producirse aborto espontáneo o muerte intrauterina.
DIAGNÓSTICO
Es muy fácil confundir la rubéola con el sarampión o la escarlatina. Por esta razón, para obtener un diagnóstico claro se deben tomar muestras de secreciones de la faringe o de sangre, para confirmación de la enfermedad a través de estudios de laboratorio. Es importante tomar las muestras lo antes posible, especialmente en los casos de mujeres embarazadas.
El Síndrome de Rubéola Congénita (SRC) es una enfermedad de criaturas nacidas a mujeres que padecieron rubéola (sarampión alemán), regularmente durante los primeros tres meses de embarazo. Puede causar defectos tales como cataratas, sordera, defectos del corazón, y retraso mental.