Este edificio servía para rendir culto a Kukulcán, serpiente emplumada, y como un calendario agrícola que señalaba la llegada del equinoccio de primavera.


DESCENSO DE KUKULCAN
Al atardecer del equinoccio de primavera y de otoño se observa en la escalera norte del castillo de Chichén Itza, una proyección solar serpentina consistente en siete triángulos invertidos de luz, como resultado de la sombra que proyectan las nueve plataformas del edificio, al ponerse el sol. En Chichén Itzá, el fenómeno se ve en todo su esplendor y la imagen de la serpiente de triángulos de luz y sombra desciende poco a poco por la alfarda noroeste del templo de Kukulcán hasta alcanzar la cabeza de la serpiente emplumada que se encuentra en la base de la escalinata.

El fenómeno atrae a una gran cantidad de turistas, algunos de los cuales creen que en esta fecha y lugar puede uno recargarse de energía.

Es bueno saber que cada lado consta de 91 escalones, de los cuales al sumarlos nos da 364, más un escalón que se encuentra al centro de la misma suman 365 para obtener así los 365 días del año.
Es un fenómeno que posee un gran fundamento astronómico.


SOLSTICIO DE VERANO
El Castillo indica el momento preciso en que se presenta el fenómeno astronómico del solsticio de verano al oscurecerse el 50% de la pirámide mientras el otro 50% se ilumina.

La luz ilumina las caras norte y este de la pirámide, mientras las caras del sur y oeste permanecen en la sombra. Si El Castillo es observado aéreamente se puede ver la estructura de la pirámide partida a la mitad diagonalmente.


Esta estructura es una de las recientemente designadas siete nuevas maravillas del mundo.