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1. Observa detenidamente esta imagen.
2. Usa tu imaginación y predice el final de la historia.
3. Lee atentamente el texto.
Le llovieron los encargos de rezos en bautismos, casamientos, velorios y fiestas patronales.
Su oficio se convirtió en una fuente insospechada de prosperidad, de manera que antes del año pudo restituir los fondos que había distraído.
Nunca se supo su impenetrable secreto.
Un día de 1840, los habitantes de Villarrica vieron a dos viejitos cruzar silenciosamente la plaza.
Eran Pa’i José y Careaga, más que octogenarios. El gobernador llegó a la Comandancia y dio lectura a un bando, informando a la población el fallecimiento del dictador supremo, ocurrido el 20 de setiembre de ese año.
El viejo sacristán, con pulso tembloroso, hizo vibrar por última vez su antigua campana.
Sus lúgubres tañidos anunciaban una noticia inesperada que, sin embargo, llenó de alivio y esperanza al país.
4. Elabora un diálogo entre el Pa’i José y el gobernador Careaga.
5. ¿Qué habrá leído el gobernador? Completa el bando.
6. Escribe un final diferente al relato.
Sobre el libro. Título: El sacristán de Villarrica. Adaptación: Raúl Silva Alonso. Editorial: El Lector.