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Elaborar un presupuesto es proyectar el futuro analizando los ingresos y egresos mensuales de la familia o de uno mismo. El objetivo principal es controlar los gastos, y lograr el equilibrio entre lo que se ingresa y gasta.
Contar con el presupuesto permite identificar en qué se gasta y dónde se aplican las mayores cantidades de ingresos recibidos. Ayuda a orientar mejor el consumo, con el fin de prever recursos para situaciones imprevistas, y posibilita ir formando los ahorros.
Para contar con un buen presupuesto es necesario elaborarlo con toda la información disponible de los ingresos y gastos. Considerando los primeros con un sentido realista, no inflándolos o sobreestimándolos. Tomar solo los que son efectivamente percibidos cada mes y por montos razonables. Por ejemplo, si varían mes a mes, considerar promedios de varios meses atrás.
De igual manera, los gastos deben considerarse en su totalidad, separando los que son fijos de los variables y ordenándolos en grado de importancia. Los gastos que tienen que ver con la alimentación, vivienda, salud y educación deben considerarse los más importantes.
Es necesario crearse una disciplina para ir registrando los gastos. Establecer una manera de anotarlos cuando se realizan y luego, en algún momento de cada día, sentarse a juntarlos y llevarlos al presupuesto. La constante repetición de esta actividad irá creando el hábito y se podrá tener el presupuesto.
El objetivo principal para la tarea de llevar un presupuesto es lograr que los ingresos cubran, por lo menos, todos los gastos fijos y necesarios. Lo que se logra controlando los gastos, aplicando mejor los ingresos obtenidos y buscando otras opciones de ingresos que ayuden al equilibrio.
Un objetivo adicional y voluntario de un presupuesto debe ser lograr tener ahorros en un futuro no tan lejano. En algunos casos ayuda a fijar un monto mensual a ahorrar y considerarlo como un gasto fijo que se paga a uno mismo.
Sirve para
Conocer en qué se gasta.
Controlar los gastos.
Hacer previsiones.
Ir formando ahorros.
Requisitos
Contar con todos los comprobantes y registros de gastos.
Registrar la información de ingresos y egresos.
Crear la disciplina de controlar periódicamente el presupuesto.
Realizar los ajustes necesarios y llevarlos a la práctica.
Gastos fijos
Son los obligatorios.
No varían en importe.
Generalmente tienen que ver con vivienda, servicios básicos y alimentación.
Gastos variables
Son ocasionales.
Se pueden postergar, reducir o prescindir de ellos.