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El préstamo es una de las actividades que realizamos desde que empezamos a relacionarnos con otras personas. Prestamos objetos de nuestros hermanos, compañeros de clase, amigos del barrio. Y cuando nos vamos haciendo más grandes, prestamos dinero. Esto no es algo malo, no devolverlo sí lo es.
Los préstamos son una gran ayuda para las personas que saben utilizarlo. A algunos les sirve para adquirir bienes que les posibiliten vivir mejor, a los comerciantes les ayuda a equipar su negocio o a comprar más mercaderías, a los emprendedores a iniciar un proyecto o una empresa. El éxito viene de la buena utilización del dinero prestado.
Los que prestan el dinero son las entidades financieras y las cooperativas. Facilitan el dinero tanto a personas como a empresas. Conozcamos algunos de los elementos principales de los préstamos.
El monto del préstamo es el primer elemento. La cantidad que necesita el que presta el dinero. Siempre se debe realizar por cantidades que se puedan devolver con relativa seguridad y sin grandes sacrificios que peligren la devolución.
El plazo es el tiempo que pasará hasta que se devuelva el préstamo en su totalidad. Cuanto mayor es el plazo, más intereses se abonarán. Un préstamo personal, generalmente, dura hasta 24 meses; en cambio, uno para comprar una casa puede ir de 10 o 20 años. Por lo general, los préstamos se devuelven en pagos fraccionados iguales a lo largo del plazo.
A la hora de pedir un préstamo se debe responder a dos preguntas esenciales:
¿Es realmente necesario hacer el préstamo? Ver si se puede posponer la compra o el gasto y juntar el dinero para comprarlo sin necesidad de prestar.
¿Estamos en condiciones de pagar las cuotas puntualmente? Esto es sumamente importante pues, de no ser así, los atrasos y faltas de pago afectarán durante mucho tiempo la posibilidad de acceder a nuevos préstamos y, en ocasiones, hasta puede llegar a dificultar el acceso a nuevos puestos laborales por la mala imagen con que queda el que no devolvió el préstamo puntualmente.
Hay que saber también que las tasas son diferentes y dependen del uso que se le dará al préstamo. Un crédito personal tiene una tasa diferente a un préstamo que solicita un comerciante para comprar mercaderías, el que, a su vez, es diferente cuando se va a destinar a comprar una casa.
Luego está el interés, lo que se paga a la entidad por prestarnos el dinero. Lo que cuesta el mismo. Se determina como un porcentaje sobre la cantidad prestada, y está muy relacionado con el tiempo que durará el préstamo. Cuanto mayor sea el tiempo, la tasa de interés también será mayor. Al tratarse de un costo, cuando se va a pedir un préstamo, se deben comparar las tasas de interés entre las diferentes entidades en el mercado y tomar la más conveniente.