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Para practicar la buena lectura de un poema, debemos considerar varios aspectos que contribuyen con la causa estética.
Lectura significa apreciar el contenido de un determinado mensaje a la luz de los parámetros ortográficos, gramaticales y semánticos.
Por lo tanto, para interpretar un poema, es conveniente repasar los conocimientos adquiridos, practicar el análisis correspondiente y llegar luego a conclusiones valiosas.
Así por ejemplo, en el poema de Evaristo Carriego que aparece más abajo, percibimos a simple vista que se trata de un soneto.
El soneto es la manifestación poética española por excelencia. Consta de catorce versos endecasílabos distribuidos en dos cuartetos y dos tercetos (o un sexteto), de rima perfecta o consonante. Cada verso presenta dos hemistiquios con cesura (corte sonoro) en la sétima sílaba, generalmente, lo cual evita la monotonía.
Exhibe rima cerrada en los cuartetos y combinada en los tercetos, por lo que algunos estudiosos consideran como un sexteto estas dos últimas estrofas.
El soneto desarrolla un argumento de temática excelsa para el sentimiento del poeta y, la mayoría de las veces, cumple con los tres requisitos de su composición: presentación, nudo y desenlace. Se puede obtener de ellos datos como: personaje(s), ambiente y acción.
Algunos sonetos, incluso, precisan de un estrambote (verso o pareado de rima cerrada) para dar colofón al tema presentado.
El tema central del poema se extrae o se deduce de la argumentación planteada. El tema secundario o los temas secundarios se deduce(n) de los elementos narrativos expuestos.
Conveniente es recordar que el encabalgamiento es de fundamental importancia para unir versos en la lectura, tanto como el respeto que se merecen los signos ortográficos en donde estos se encontrasen: el cuidado de estos detalles brinda el ambiente necesario para que el desarrollo argumental se desenvuelva a cabalidad.
Leamos ahora el soneto prometido
"La silla que ahora nadie ocupa"
Con la vista clavada sobre la copa
se halla abstraído el padre desde hace rato;
pocos momentos hace rechazó el plato
del cual apenas quiso probar la sopa.
De tiempo en tiempo, casi furtivamente,
llega en silencio alguna que otra mirada
hasta la vieja silla desocupada
que alguien, de olvidadizo, colocó enfrente.
Y, mientras se ensombrecen todas las caras,
cesa de pronto el ruido de las cucharas,
porque, insistentemente, como empujado
por esa idea fija que no se va,
el menor de los chicos ha preguntado
cuándo será el regreso de la mamá.
Actividades
* Reconoce en el poema cuáles son los signos de puntuación presentes en el texto.
* Recuerda la relevancia de la marca ortográfica para la comprensión lectora.
* Practica la lectura oral del poema, considerando el encabalgamiento como valor supremo para la interpretación del argumento expuesto en el poema.
* Concluye acerca de los sentimientos que te produjo la lectura del poema tal cual las recomendaciones presentes en esta propuesta.
* Guarda la experiencia para reproducirla nuevamente las veces que consideres oportunas.
Lectura significa apreciar el contenido de un determinado mensaje a la luz de los parámetros ortográficos, gramaticales y semánticos.
Por lo tanto, para interpretar un poema, es conveniente repasar los conocimientos adquiridos, practicar el análisis correspondiente y llegar luego a conclusiones valiosas.
Así por ejemplo, en el poema de Evaristo Carriego que aparece más abajo, percibimos a simple vista que se trata de un soneto.
El soneto es la manifestación poética española por excelencia. Consta de catorce versos endecasílabos distribuidos en dos cuartetos y dos tercetos (o un sexteto), de rima perfecta o consonante. Cada verso presenta dos hemistiquios con cesura (corte sonoro) en la sétima sílaba, generalmente, lo cual evita la monotonía.
Exhibe rima cerrada en los cuartetos y combinada en los tercetos, por lo que algunos estudiosos consideran como un sexteto estas dos últimas estrofas.
El soneto desarrolla un argumento de temática excelsa para el sentimiento del poeta y, la mayoría de las veces, cumple con los tres requisitos de su composición: presentación, nudo y desenlace. Se puede obtener de ellos datos como: personaje(s), ambiente y acción.
Algunos sonetos, incluso, precisan de un estrambote (verso o pareado de rima cerrada) para dar colofón al tema presentado.
El tema central del poema se extrae o se deduce de la argumentación planteada. El tema secundario o los temas secundarios se deduce(n) de los elementos narrativos expuestos.
Conveniente es recordar que el encabalgamiento es de fundamental importancia para unir versos en la lectura, tanto como el respeto que se merecen los signos ortográficos en donde estos se encontrasen: el cuidado de estos detalles brinda el ambiente necesario para que el desarrollo argumental se desenvuelva a cabalidad.
Leamos ahora el soneto prometido
"La silla que ahora nadie ocupa"
Con la vista clavada sobre la copa
se halla abstraído el padre desde hace rato;
pocos momentos hace rechazó el plato
del cual apenas quiso probar la sopa.
De tiempo en tiempo, casi furtivamente,
llega en silencio alguna que otra mirada
hasta la vieja silla desocupada
que alguien, de olvidadizo, colocó enfrente.
Y, mientras se ensombrecen todas las caras,
cesa de pronto el ruido de las cucharas,
porque, insistentemente, como empujado
por esa idea fija que no se va,
el menor de los chicos ha preguntado
cuándo será el regreso de la mamá.
Actividades
* Reconoce en el poema cuáles son los signos de puntuación presentes en el texto.
* Recuerda la relevancia de la marca ortográfica para la comprensión lectora.
* Practica la lectura oral del poema, considerando el encabalgamiento como valor supremo para la interpretación del argumento expuesto en el poema.
* Concluye acerca de los sentimientos que te produjo la lectura del poema tal cual las recomendaciones presentes en esta propuesta.
* Guarda la experiencia para reproducirla nuevamente las veces que consideres oportunas.