El olor de la flor del coco me lleva a la Navidad

Tenemos que hacer una breve pausa en nuestras entregas para volver el próximo año con más energía. El año lectivo llega a su fin para aprovechar unas merecidas vacaciones. Ojalá que el 2015 haya sido de provecho tanto para los colegas docentes como para nuestros queridos estudiantes. Damos el cierre precisamente con un tema que nos llega tan íntimamente: la Navidad.

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Cuenta Mercedes Jané (*) que estando en Chile, en 1951, muy próximo a la Navidad, una tristeza sin nombre le invadió el corazón, sencillamente añoraba la encantadora Navidad del Paraguay, aquella en la que se recrea el nacimiento de Jesús, en un pesebre en el portal de Belén. Diciembre era sinónimo de figuras de barro, ka’avove’i, clericó y magia de faroles.

Ella nos relata que «demasiado quería volver al Paraguay. Quería pasar la Navidad en el Paraguay, pero tenía compromisos laborales en Chile. Por lo tanto, le era imposible retornar. Lloraba en la calle, sin consuelo. De pronto ocurrió algo extraordinario: en Santiago olí la flor de coco. Entonces empecé a mirar por todas partes. ¿Cómo era posible que allí yo percibiera ese aroma único del Paraguay? Imposible. Ahí no hay cocoteros. Y empecé a mirar, y a mirar; miraba las manos, las caras de la gente para ver si encontraba algo. Y nada: Fue entonces —sigue relatando— que entré a una confitería, pedí un té y, mientras me traían, en la servilletita, de un tirón, escribí Navidad del Paraguay».

Navidad del Paraguay

Navidad de flor de coco, ¡Navidad del Paraguay!

Ya está el pesebre adornado, el Niño en su lecho está,

la Virgen vela su sueño, ¡su sueño de eternidad!

Los ángeles cantan ¡gloria!, las estrellas brillan más,

el jazmín pone su aroma; la luna, su claridad.

Navidad de flor de coco, ¡Navidad del Paraguay!

No te olvides, niño mío, de poner en su lugar

los reyes, los tesoros y la estrella de la paz.

El burrito, la vaquita, la ovejita, el picaflor

y, sobre todo, alma mía, pon todo tu corazón.

Navidad de flor de coco, ¡Navidad del Paraguay!

Las campanas de la iglesia a misa llamando están,

todo el pueblo paraguayo con fervor va a comulgar.

Ya están sonando las doce, Nochebuena sin igual

que trae a un niño bendito a salvar la humanidad.

Navidad de flor de coco, ¡Navidad del Paraguay!

Letra: Mercedes Jané.

Música: Esteban Morábito.

Fuente

ÁLVAREZ, M. R. 2004. Las voces de la Memoria. Tomo III. Asunción, Litocolor.

(*) Mercedes Jané nació en Bahía Blanca (1915), provincia de Buenos Aires. Tenía un gran amor hacia el Paraguay. El Congreso le concedió la ciudadanía paraguaya honoraria.

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