Cargando...
3- A las once se reúnen para tomar una frugal comida. Los platos son siempre los mismos: uno de legumbres, un trozo de queso, patatas y frutas. Durante la celebración de la Cuaresma se alimentaban con pan, agua y fruta.
4- Durante nueve horas del día, los monjes se dedicaban a trabajos manuales. De acuerdo a la capacidad de cada uno. Además instruían y educaban a los niños desamparados. Durante las epidemias, sin temor al contagio, auxiliaban a los enfermos y confortaban a los moribundos.
Y todos los días se repite la misma vida de sacrificio, que aceptan gustosos para honrar a Dios y ayudar al prójimo.
En las colinas y montes de Italia surgieron los monasterios, donde los monjes acogían a los fugitivos y a las obras de arte que habían logrado salvarse. Ora et labora o sea reza y trabaja era la regla. Y fue así como mientras los bárbaros destruían ellos trabajaban afanosamente.
Los libros que compilaban fueron llamados manuscritos. Hoy día son llamados también códices para distinguirlos del antiguo volumen.
Escribían sobre pergamino (derivado de la ciudad de Pérgamo, donde se fabricó por primera vez dicho material). Embellecían las páginas pintando adornos y figuras. Utilizaban oro y plata en polvo, disuelto en goma, así como un polvo rojo que obtenían del plomo. Los dibujos se llamaron miniatura.