El maletín del señor Pérez (2)

Llegamos a la segunda y última parte de esta entretenida historia sobre la honestidad.

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No vio a un obrero municipal que estaba trabajando en el asfalto. Este lo había estado mirando cuando tomó el maletín. Y lo siguió corriendo.

El obrero llegó hasta el banco donde estaba sentado el hombre con el maletín y le dijo:

—¿Piensa usted devolver eso?

—¿Claro que no! —replicó el otro.

—Pero no es suyo. ¡Hay que devolverlo!

Y se pusieron a discutir. Alzaron tanto la voz, que empezó a juntarse gente a su alrededor.

En eso, el que había agarrado el maletín vio que se acercaba también un policía.

Soltó el maletín, se abrió paso entre el gentío y salió corriendo.

Seguramente tendría cuentas pendientes con la justicia.

El obrero municipal pidió al policía que lo acompañara a la dirección que figuraba en las tarjetas del interior del maletín.

Llegaron a la casa de la dirección, cuando también llegaba, desesperado, el señor Pérez. Le preguntaron si vivía ahí y cuál era su nombre... No pudieron decir nada más:

—¡Sí! —casi gritó cuando vio el maletín en manos del obrero municipal.

—¡Yo soy Juan Pérez!— ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! —decía, mientras abrazaba, casi llorando, al obrero municipal y al policía.

—¡Aún queda gente honrada en este mundo... ! —repetía. Pero el señor Pérez no sabía cuál fue la historia del maletín mientras no estuvo en sus manos.

El obrero municipal y el policía se despidieron de él y se retiraron. No sabían que habían salvado la vida a la señora de Pérez, con su sencilla honradez, al devolver el maletín.

Con el dinero que había adentro la señora Pérez pudo operarse. Se sanó y pudo volver a trabajar muy contenta.

Sobre el libro

Título: El maletín del señor Pérez

Redacción: Raúl Silva Alonso

Editorial: El Lector

Actividades (ver imágenes)

1. Completa el cuadro.

2. Completa y colorea la imagen.

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