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Es importante recordar que, por aburrida y desagradable que sea, la tarea tiene un propósito provechoso. Es importante cerciorarse de que la tarea no resulte una experiencia traumática, de que se haga con el mínimo de forcejeo y de que el niño empiece a responsabilizarse de sus actos.
Establezcamos contacto con el maestro. Al comenzar el año escolar, preguntémosle al maestro con qué frecuencia encarga tareas, qué tipo de trabajo asigna y cuánto tiempo debe llevar resolverlos. De este modo, si nuestro hijo nos dice que no le encargaron tarea para el fin de semana verifiquemos con el maestro.
Fijemos un horario para resolver la tarea. Un horario invariable ayuda a inculcar el hábito de sentarse a estudiar. ¿Qué horario conviene? Depende del niño. Algunos optan por relajarse y jugar después de la escuela, y luego dedicarse a la tarea. Otros prefieren comenzar por resolver tareas o estudiar de inmediato para no tener que preocuparse más tarde. Si el chico no trae tarea, repasar lecciones u organizar un trabajo a largo plazo.
Tengamos a mano todo lo que haga falta. Tener a mano una caja con todos los materiales que puedan necesitarse. Permitamos a los niños mayores contar con una buena agenda para tareas, con espacio suficiente para anotar la tarea diaria de cada materia, y también para consignar la fecha de entrega.
Animemos y motivemos al niño. Algunos expertos recomiendan el uso de recompensas para alentar su trabajo concienzudo. Cuando su trabajo este bien hecho, felicitémoslo. Y no olvidemos elogiar al niño que está tratando de cambiar.
Comuniquémonos con otros padres. Si nuestro hijo asegura que le cuesta mucho resolver las dificultades que le plantea la tarea, quizás se trate en realidad de encargos superiores a sus posibilidades de resolución. Conversemos con los padres de otros niños para preguntarles cómo les va con sus hijos. En cualquier caso, ya sea que el trabajo sea complicado o que nuestro hijo no pueda con él, conviene que conversemos con el maestro para encontrar soluciones.
Vigilemos a nuestro hijo. A veces los niños no demuestran dificultad para resolver la tarea, pero se resisten porque es un trabajo tedioso, por supuesto, esta “actividad” no es tan divertida como ver películas o jugar. A los niños les lleva tiempo aprender a responsabilizarse de sus obligaciones escolares y tengamos la certeza de que habrá altibajos en el camino.
Actividad
. Implementa los consejos con tu hijo para generar el hábito y la responsabilidad de resolver la tarea en tiempo y forma.
. Elabora un cartel divertido y creativo con el horario que puedan cumplir con las tareas.
Fuente
Acabe con el drama de las tareas – Sandi Khan Shelton