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Si bien los primeros valores éticos y morales que nos enseñan a vivir en sociedad se aprenden en el hogar, es importante que en la escuela brinden también algún tipo de educación en valores. Las acciones y actitudes de los docentes, los actos escolares, la aplicación de sanciones y los reglamentos transmiten, indefectiblemente, de algún modo, normas morales.
Propósitos
Uno de los esenciales de la Formación Ética y Ciudadana es formar ciudadanos capaces de participar en una sociedad pluralista y democrática con una actitud de respeto y reconocimiento de las diferencias individuales, grupales y culturales, conforme lo establece la Constitución.
Según el educador Claudio Agosto, en una ocasión, Aristóteles manifestó que: «Lo importante no es saber qué es lo bueno, sino ser bueno». Expresión que resume la metodología para enseñar educación cívica y ética.
Estrategia poderosa
Esta metodología se fundamenta, principalmente, en el ejemplo. Así, si se quiere enseñar el sentido del respeto y la tolerancia, la mejor forma de enseñarles a los niños y jóvenes es respetarlos y siendo tolerante con ellos. Es decir, la educación en valores, aunque tiene un componente teórico muy necesario, se basa, principalmente, en la práctica. En especial, en la forma en que los padres y docentes practican lo que enseñan. La enseñanza de la educación ética debe estar basada en el ejemplo, pues esta es una estrategia didáctica poderosa.
Cómo
La estrategia de enseñar con el ejemplo se compone de dos mecanismos diferentes, pero relacionados. El primero es el verbal, lo que se dice, y el segundo, lo que se hace. En teoría, debe existir coherencia entre ambos. Los estudiantes saben detectar la diferencia. Los docentes y los padres de familia son los espejos y modelos en los cuales se miran los estudiantes.
La metodología del ejemplo
Tiene que estar orientada hacia la formación de actitudes y valores, basada en situaciones concretas de la vida real, en lugar de la memorización de datos o conocimientos.
Debe contar con las siguientes características: ser democratizadora, preventiva y comunicativa. Democratizadora: en un aula en donde no existe la democracia, los alumnos recitarán el concepto, pero si no lo experimentan y lo viven, no lo aprenderán.
Preventiva: preparar a los estudiantes para enfrentarse a situaciones personales propias, como son su desarrollo, su autoconcepto y sus metas, así como situaciones de carácter más social, como son la participación ciudadana, la vida democrática y el funcionamiento de las instituciones.
Comunicativa: una persona con un estilo de comunicación agresivo, irrespetuoso e intransigente, posiblemente, tenga serias dificultades para solucionar conflictos de forma pacífica y efectiva.
Capacidad
Comprende los principios ético-morales y los aspectos que estos pueden tomar en las diferentes culturas, creando así una moralidad social.
Fuentes: http://www.eleducador.com/, http://www.escuelapedia.com/