El corcho como material aislante

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Producto natural, compuesto por células muertas y aire, que se extrae del tronco y ramas del alcornoque.

 

El corcho es un material que encontramos en capas que se hacen más gruesas a medida que el árbol se desarrolla. Sus particularidades se conocían ya hace siglos; antiguamente, se destinaba a la fabricación de productos para la pesca o como material modesto para la construcción. Adquirió mayor valor después de la creación del champán Dom Perignon, empresa que buscó un elemento que conservara la bebida en óptimas condiciones. Ese fue el inicio del uso de corcho para tapones de vinos espumosos. Su utilización se extendió a otras aplicaciones, como la construcción y la decoración.

Propiedades y productos

La primera capa que se extrae se hace cuando el árbol tiene unos quince años; se llama corcho bornizo, que es utilizado para aglomerados, para la construcción. La calidad va aumentando progresivamente en las sucesivas extracciones. El corcho se retira del árbol una vez cada una década, aproximadamente.

La versatilidad de este material proviene de sus características. Debido a la alta proporción de aire que contiene, su densidad es muy baja, el producto es un elemento ligero. La suberina, que es la sustancia que se produce en la transformación de la celulosa, lo convierte en impermeable tanto a gases como a líquidos, lo hace maleable, resistente y no se deforma fácilmente.

Es un excelente aislante térmico y como también acústico, pues impide el ingreso de ruido y de sonidos en el ambiente, debido a su gran porosidad; esto lo hace ideal para convertirse en revestimiento de paredes: de hospitales, salas de música y en aquellos lugares de trabajo donde se necesite trabajar en paz y tranquilidad.  En la construcción se lo utiliza en forma de paneles. Otras peculiaridades del corcho: es inodoro, higiénico y su combustión no es habitual. Se lo utiliza también como pizarra para anotaciones o en la fabricación de maquetas.

Para instalar el revestimiento

Antes de iniciar la colocación, es importante comprobar que la superficie esté completamente lisas. Si no fuese así, primero debemos cubrir las grietas e imperfecciones, con un elemento adecuado. La superficie deberá estar limpia y seca. Antes de fijar las planchas, debemos decidir su posición en función del color, ya que, al ser natural, existen diferencias de tonalidades.

La primera loseta deberá ser colocada en el centro de la superficie. Para fijar la loseta, se aplica el adhesivo tanto en la superficie como en la loseta. Se deja secar un poco y se coloca el material.

El proceso se debe realizar con cuidado, ya que una vez instalada, las correcciones resultan muy complicadas. Para su fijación perfecta, se realiza presión con un mazo, cuidando de no dañar el revestimiento.

Limpieza y mantenimiento

Las placas de corcho utilizan una capa de barniz que la protege de la humedad. A la hora de limpiarla, la tarea se realizará con un trapo humedecido con agua y jabón.

Los beneficios de los pisos de corcho

Ofrecen varios beneficios al propietario. La durabilidad es un factor determinante. Los tacones altos y los muebles no pueden hacerle daño. Los mosaicos están protegidos por una capa de uretano. Es notablemente resistente al desgaste, ya que le afecta menos el impacto y la fricción que a otras superficies, debido a su composición celular.

El corcho:

• es supresor del fuego;

• no esparce las llamas;

• no libera gases tóxicos cuando se quema;

• es antimicrobiano;

• repele insectos;

• no acepta tampoco a las termitas;

• fácil de mantener, la cualidad más valiosa;

• se barre y se pasa un trapo semihúmedo;

• dura décadas.

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