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—¿Quieres jugar una carrera hasta el árbol?— desafió Juancito a Rafael piruchĩ (el flaquito).
—¿Para qué?, si te voy a ganar —respondió Cachilo, que así llamaban también a Rafael.
—¡A la pucha! No da gusto luego contigo.
Demasiado purapinta sos…
—Y bueno, si querés probar…
Contaron hasta tres y, partiendo de una raya que hicieron en la tierra con un palo, salieron disparados hacia el árbol que habían acordado sería la meta.
Y ganó Rafael nomás.
Así ocurría con cuanta competencia se le ocurría a sus amigos, ya fuera nadando, corriendo, saltando, haciendo puntería o jugando pulseadas.
Es que Cachilo, además de ser fuerte, era muy hábil. Y hasta en los partidí-so'o en los que intervenía era siempre el goleador. Y si jugaba de arquero… ¡no le entraba un solo gol!
Tenía excelentes cualidades, sin duda alguna.
Lastimosamente, estas cualidades no las consideraba como dones o talentos recibidos de Dios, sino que alardeaba de ellos —como dijo Juancito, era un purapinta—, pensando que eran méritos suyos todas las cosas buenas que tenía.
Actividades
1 Transcribe los nombres de los personajes con sus respectivos sobrenombres o apodos.
2 Explica qué entiendes por las siguientes expresiones:
a. Purapinta:
b. Partidí-so'o:
3 Describe de qué manera establecieron las áreas de salida y meta.
4 Marca la opción correcta.
Según el contexto, el término «carrera» se refiere a:
() Recorrido que hace un coche de alquiler transportando clientes por un precio fijo, de un punto a otro de la ciudad, dentro de un perímetro delimitado.
() Pugna de velocidad entre personas que corren, guían vehículos o montan animales.
() Pugna de velocidad entre animales no cabalgados, como avestruces, liebres, entre otros.
() Conjunto de estudios que habilitan para el ejercicio de una profesión.
() Línea regular de navegación.
5 Cita las cualidades que debe tener un buen arquero.
6 Dibuja a Rafael ganando la carrera.