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Para su utilización, el cheque debe reunir ciertas formalidades:
El cheque es fundamentalmente una orden de pago, de quien tiene fondos depositados en una cuenta bancaria, a su banco para que de tal cuenta efectúe el pago a quien presente el cheque para el cobro.
Es un medio de pago porque sustituye al dinero en efectivo para realizar la retribución. Y no hace falta que el titular de la cuenta se presente al banco para su cobro.
En una operación con cheque intervienen:
LIBRADOR
La persona que escribe el cheque. El dueño de la cuenta bancaria.
LIBRADO
El banco en el que están depositados los fondos. Quien pagará el cheque.
BENEFICIARIO
El poseedor del cheque. Quien lo recibió en pago.
Para su utilización, el cheque debe reunir ciertas formalidades:
- El formulario debe ser el provisto por el banco al titular de la cuenta.
- Debe tener la fecha de emisión. Desde la que se tienen 30 días para poder presentarlo al cobro.
- Debe estar numerado. De eso se encarga el banco al imprimirlo.
- El importe debe estar indicado en números y letras, concordantes.
- Debe llevar la firma del dueño de la cuenta bancaria.
- El nombre del beneficiario puede indicarse o no.
El cheque puede traspasarse de una persona a otra. Es decir, alguien que lo recibió en pago puede, a su vez, pagar alguna operación con ese mismo cheque. Para ello, si el cheque está a su nombre, debe endosarlo, es decir, indicar el nombre del nuevo dueño y firmar al dorso.
Las formas de emitir los cheques pueden ser: al portador, cuando no se escribe el nombre de quien lo recibe; a la orden, cuando se indica el nombre y cruzado, cuando se dibujan dos rayas diagonales en una de las esquinas del cheque. Esto indica que no puede cobrarse en ventanilla, solo debe depositarse en otra cuenta bancaria.
Para que el cheque cumpla su fin, el librador debe contar con los fondos suficientes en su cuenta bancaria, de lo contrario, el cheque será devuelto a quien lo presente, sin poder cambiarlo por el dinero. Esto supone sanciones para el titular de la cuenta que emite cheque sin fondos, que van desde multas hasta el cierre de la cuenta bancaria a quien lo realiza en reiteradas ocasiones.