El arte gótico en la pintura

Gótico es el arte que más radicalmente cambia. Pierde su lugar natural, el muro. Se ubica en las vidrieras y en las miniaturas.

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La técnica más utilizada es la del temple y el óleo, que da un mayor colorido y permite un acabado más minucioso.

La primera etapa, hacia el 1200, corresponde a la pintura conocida como gótico lineal: manifiesta una especial atracción hacia las líneas que definen los contornos. Este tipo de pintura gótica abarca todo el siglo XIII y los comienzos del XIV, momento en el que se desarrolla un nuevo estilo.

El nuevo estilo es conocido como gótico-italiano, en el cual las escuelas de Siena y Florencia alcanzan los puntos más altos. En esta época, siglo XIV, los gremios compiten en la decoración de sus capillas, lo que hace que haya un gran desarrollo económico y aumente la pintura gótica.

En este estilo desaparece la línea negra. De la técnica, quieren conquistar el estudio del espacio, la perspectiva lineal, la coloración objetiva, la luz y la degradación de los colores.

La última etapa corresponde al gótico internacional, a finales del siglo XIV. En este periodo las influencias italianas se funden con las francesas y flamencas.

Durante el proceso evolutivo de la pintura gótica:

• Las figuras ganan espontaneidad y frescura.

• El relieve se acentúa.

• Se introduce el paisaje.

• Se pone énfasis en el ambiente que rodea a las figuras.

• Se diferencian los distintos planos.

• La perspectiva es sometida a estudio.

Los vitrales

Las vidrieras góticas constituyeron un elemento esencialmente decorativo tamizando la luz a través de una profusa variedad de imágenes policromadas.

Las composiciones son temas religiosos que se adaptan perfectamente a los huecos. Pero en los espacios sobrantes, se ubican los motivos vegetales.

Entre las primeras vidrieras figuró la de la abadía de San Dionisio, pero la más célebre por su número —más de cien— es la de Chartres.

En España la más rica es la de la catedral de León.

Las miniaturas

Inspirado en los vitrales, surge el arte de la iluminación de los libros, códices y manuscritos.

La iluminación se emplea para decorar las páginas, ya sea con una orla o encabezando los capítulos con grandes letras mayúsculas, entrelazadas con ramos de flores y arabescos.

Los colores utilizados son los púrpuras, verdes, rojos, azules, con retoque de oro.

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