El Árbol de los Amigos

Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino. Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar, mas a otras apenas vemos entre un paso y otro. A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos. Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos. El primero que nace del brote es nuestro amigo papá y nuestra amiga mamá, que nos muestran lo que es la vida. Después vienen los amigos hermanos, con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros.

Este artículo tiene 19 años de antigüedad
Pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien. Mas el destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino. A muchos de ellos los denominamos amigos del alma, de corazón. Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace feliz. Y a veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón y entonces es llamado un amigo enamorado. Ese da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a nuestros pies.

Mas también hay de aquellos amigos por un tiempo, tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas. Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro, durante el tiempo que estamos cerca. Hablando de cerca, no podemos olvidar a amigos distantes, aquellos que están en la punta de las ramas y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra.

El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones. Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría.

Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino. Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor, salud, suerte y prosperidad. Simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es única.

Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrán de los que no nos dejarán nada. Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida y la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.

Colaboración de: Adrián Matehuala

Amigos

Dice una linda leyenda árabe
que dos amigos viajaban por el desierto
y en un determinado punto del viaje discutieron.
El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGÓ UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.
Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse.
El que había sido abofeteado comenzó a ahogarse,
siendo salvado por el amigo.
Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVÓ LA VIDA.
Intrigado, el amigo preguntó:
¿Por qué después que te lastimé,
escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?
Sonriendo, él respondió:
“Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena
donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado, cuando nos pase algo grandioso,
deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón
donde ningún viento en todo el mundo podrá borrarlo”.

Aquí estoy

Cuando algún día te sientas en soledad y necesitas una mano amiga...
Aquí estoy, toma la mía.
Cuando una lágrima resbale y no encuentres un pañuelo para limpiarla...
Aquí estoy, toma la mía.
Cuando te sientas en la nada y no sepas como sonreír...
Aquí estoy, toma mi risa.
Cuando la lejanía de todos te hagan sentir vacío...
Aquí estoy, cerca de ti.
Cuando te encuentres sin valor para enfrentar cada uno de tus días...
Aquí estoy, soy valentía.
Y cuando no quieras hablar porque las palabras huyeron de ti...
Aquí estoy, soy silencio.
Cuando sólo necesites que alguien se siente a tu lado...
Aquí estoy, soy compañía.
Cuando el frío te invada y necesites calor en tu espalda
Aquí estoy, toma mi abrazo.
Cuando quieras llorar sin decir nada porque la pena te embarga...
Aquí estoy, soy tu continente.
Cuando quieras derramar alegría porque eres feliz...
Aquí estoy, hazme feliz.
No mires mi pequeñez.
No mires mis tantas flaquezas,
Toma lo que necesites de mi...
Aquí estoy, soy tu amiga.
Enlace copiado

Lo
más leído
del día

01
02
03
04
05

Te puede interesar