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Lo cierto es que en esa reunión se estableció que cada 7 de abril se aprovechara para llamar la atención y reflexionar sobre la salud. De esa manera, desde 1948, cada año, se dedica a una dolencia o a un tema específico que se encuentre dentro de las prioridades de la OMS.
En el 2016, el tema corresponde a la diabetes, que, como todos sabemos, es una enfermedad que afecta a gran parte de la población mundial. En nuestro país, se cree que esta dolencia afecta a 9 de cada 100 personas. Estamos hablando de casi un 10 % de la población nacional.
El pohã ñana
Hablando de salud y de su combate, cabe destacar la importancia del aporte de los conocimientos de los pueblos nativos precolombinos al conocimiento de la herboristería mundial y al tratamiento de las dolencias.
La medicina guaraní y su influencia en la población, que generó, a su vez, la medicina popular, tuvo a varios investigadores a su servicio. Tal es el caso de Moisés Bertoni, quien le dedicó profundas investigaciones y años de vida. En su afamado libro Civilización guaraní, a modo de separata, publicó La medicina guaraní (1927), un verdadero compendio de conceptos, tratamientos y plantas medicinales.
No le quedó a la zaga León Cadogán, quien publicó Apuntes de medicina popular guaireña (1957) sobre recetarios y materia médica.
La medicina popular, nacida del aprovechamiento de los conocimientos ancestrales de los nativos y la práctica y uso del pueblo, está presente y va a seguir siendo usada mientras haya quebrantamiento de la salud.
¿Un dolor de garganta? Gárgaras de hojas de guayaba. ¿Una indigestión? Una infusión de jaguarete ka’a o burrito. ¿Parásitos? Infusiones de ka’are˜. ¿Afecciones en la piel? Baños de calabacita. Podríamos seguir así llenando hojas, y nos faltaría lugar para la bebida popular del Paraguay y algunas regiones limítrofes: el tereré.
Kapi’i katĩ, perdudilla, burrito, cepacaballo, zarzaparrilla, coquito, cedrón kapi’i y cedrón Paraguay, aguape, santa Lucía y agrial, por ejemplo, son elementos tradicionales ofrecidos en una infinidad de puestos, tanto callejeros como en tradicionales comercios, debido a que el paraguayo que se precie de tal debe consumirlos necesariamente de a dos, de a tres o en la combinación preferida.
La medicina popular, basada en la herboristería y su aprovechamiento, forma parte importante de nuestra cultura y se encuentra firmemente presente en la conciencia colectiva de los habitantes de nuestro país.