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DISEÑO DE TAREA
Para que el alumno pueda reconocer claramente cuál es el objetivo educativo y para que enfoque toda su capacidad en la consecución del mismo, es preciso que cada tarea (movimiento físico) tenga una finalidad concreta.
El esquema corporal: la concepción del esquema corporal está muy determinada por la cultura y la experiencia, lo que implica una percepción propia y en continua evolución.
Lateralidad: permite entender las partes del cuerpo y su globalidad. Inicialmente no se debe forzar al alumno a usar una parte de su cuerpo en perjuicio de la otra.
Actitud: es la modificación de manera no voluntaria que sufre el cuerpo por cosas internas y externas a lo largo de la vida y que afecta principalmente al tono muscular.
Relajación: mediante la educación de la relajación se pretende que el alumno aumente el conocimiento de su esquema corporal, por un lado, y pueda controlar el tono de sus músculos, por otro. Ello favorecerá la eficacia de los movimientos.
Respiración: el control de la respiración es muy importante para el desarrollo corporal ya que aporta un mayor conocimiento de las diferentes vías respiratorias (nasal y bucal), las fases (espiraciones, apnea, inspiración) y los tipos de respiración (torácica y abdominal).
Coordinación dinámica general: permite moverse en forma eficaz y competente, en un determinado espacio. Se trabaja mediante espacio. Se trabaja mediante ejercicios en los que los alumnos deben realizar movimientos amplios y que impliquen diversos grupos musculares.
Espacio y tiempo: el espacio es uno de los elementos que más hay que tomar en consideración en la educación física base. En el tiempo debe experimentar movimiento y ritmo.
SALUD
Los carbohidratos (también denominados glúcidos) constituyen uno de los grupos de nutrientes a partir de los cuales el organismo obtiene a modo de combustible la energía necesaria para sus reacciones metabólicas. Puesto que las reservas orgánicas son limitadas y su utilización es constante, el aporte de carbohidratos (ejemplo: pan) tiene que ser frecuente y por ello debe ser el componente más abundante de una dieta equilibrada.