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Entender y manejar adecuadamente las finanzas personales se ha convertido en una habilidad básica, pues tal aptitud ayuda al desarrollo integral de las personas y no solo a ser exitosos profesionalmente.
La importancia de esto se percibe cuando encontramos profesionales excelentes en su actividad, pero a los que no les va bien económicamente, están llenos de deudas o no logran solidez económica, lo que hace que la sostenibilidad de su actividad, incluso, se vea amenazada.
Solemos escuchar el dicho «en economía no hay almuerzo gratis». Esto implica que toda acción que se lleva adelante tiene un costo o una consecuencia, que puede ser buena o mala.
También sirve para explicar que la situación económica de las personas suele ser el resultado de sus decisiones.
Por tanto, para tener jóvenes exitosos y realizados, tanto en el plano profesional como en lo personal, debemos enseñarles a tomar buenas decisiones económicas y a saber medir el costo y la implicancia de sus decisiones para el futuro.
También solemos pensar que hablar de dinero con niños y jóvenes solo tendría sentido en aquellas familias de buena posición económica. Sin embargo, debemos entender que tal buena posición es, en la mayoría de los casos, el resultado de la buena administración de los recursos disponibles, sin importar que sean pocos o muchos.
Entender también que el bienestar se logra mediante la administración eficiente de lo que se tiene, lo que junto con la visión de largo plazo ayuda a lograr la prosperidad económica.
Estos aspectos deben ser comprendidos por los padres y profesores, de manera a transmitirles a sus alumnos adecuados conocimientos en economía y finanzas personales, que les sirva de base para las buenas decisiones en la vida adulta.