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En una tranquila zona en los suburbios de la ciudad de Asunción, conocido como Manorá, ahora Trinidad, el 4 de noviembre de 1790 nació en el hogar conformado por Miguel Cirilo López y Melchora Ynsfrán el que luego asumiría la primera magistratura constitucional en el Paraguay: don Carlos Antonio López.
Mucho se ha escrito sobre el mismo, acerca de su actuación como prohombre de la patria, su labor como gobernante y responsabilidad como padre del mariscal Francisco Solano López, acerca de su proyecto de modernización y la capacidad gubernativa que tuvo durante el tiempo que le cupo estar al frente de los destinos del Paraguay.
Obviamente no todas las opiniones están a favor de don Carlos. Hay libros escritos por sus detractores que presentan otra visión de su vida personal y gobierno. Y eso, de alguna manera, es lo interesante de la historia, la posibilidad de poder comparar versiones y, en todo caso, construir una opinión crítica basada en el estudio.
Lo que no se puede negar, de ninguna manera, es su plan de gobierno, el proyecto de modernización del Paraguay; aquel país aquietado por la voluntad del dictador Francia, y las acciones que tomó al respecto, como, por ejemplo, la contratación de técnicos extranjeros, la formación de los paraguayos en los conocimientos necesitados y la actualización de la estructura del Estado.
Así como fue diversa la opinión sobre el mismo, también lo fue la iconografía, la imagen de don Carlos. Existen algunas que son consideradas básicas y más cercanas a la realidad, otras son un mito o idealizadas.
Fuentes
PÉREZ ACOSTA, J.F. (1948). Carlos Antonio López. Obrero Máximo. Editorial Guarania, Asunción.
MORENO ORTIZ, M.V. (1970-1971). Carlos Antonio López. Anuario del Instituto Femenino de Investigaciones Históricas. Asunción.
DE LA PEÑA, M.P. (1858). Bosquejo de la biografía de Carlos A. López, usurpador de la presidencia del Paraguay. El Grito Paraguayo. Buenos Aires.