Disfrutando de la edad

Hace años, en el aletargado pueblo donde crecí, la mayoría de los adultos eran muy serios y formales. Había, sin embargo, una memorable excepción: la señorita Lucy, una viuda encantadora, vivaz y entusiasta por los cuatro costados a pesar de que vivía con una mujer recatada y pudibunda, de nombre Clara.

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—¡Santo cielo, Lucy! —exclamó Clara—. ¡Compórtate como una persona de tu edad!

—¿Qué clase de tontería es esa? —replicó Lucy, poniéndose de pie— ¿Acaso alguien puede comportarse como una persona de una edad que no sea la suya? Uno tiene que disfrutar de su edad. Disfrutarla cuando se es joven, fuerte y tonto. Disfrutarla cuando se es viejo y sabio. Disfrutarla a mitad de camino, cuando se presentan los retos y uno puede vencer solo algunos. Si disfrutas de tu edad, nunca andarías anhelando tener otra. Toma nota de esto, Clara.

“El error de la juventud es creer que la inteligencia suple a la experiencia, así como el error de la edad madura radica en pensar que la experiencia sustituye la inteligencia”. (Gandhi)

“Podré envejecer, pero nunca perderé el deleite de la vida”.

“Porque el último recodo del camino será el mejor”.

(Henry van Dyke)

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