Dimensiones de la evaluación educativa

1. Social: Se atribuye a la evaluación la función de dar a los estudiantes informaciones sobre el desarrollo de sus propias capacidades y competencias, necesarias en su vida social.

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2. Pedagógica: La evaluación debe proporcionar a los educadores información sobre el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje, en cuanto a los conocimientos adquiridos, los razonamientos desarrollados, hábitos y valores incorporados y el dominio de ciertas estrategias para que pueda retroalimentar los conceptos y procedimientos no logrados en su totalidad.

ÁMBITOS DE LA EDUCACIÓN

De lo expuesto se deducen los cuatro ámbitos que posee la evaluación.

a) Emergente: La que enseña a descubrir lo que sabe y, a partir del mismo, lo que es preciso hacer para aprender lo que no se sabe.

b) Pertinente: La que se realiza con los propósitos siguientes:

- Diagnóstica: Para tomar contacto con los saberes anteriores.

- Formativa: Para la modificación y continuo mejoramiento del/a alumno/a

- Sumativa: Para identificar cómo se aprendió o cuánto ha aprendido el educando en un determinado tiempo en la carrera educativa y con el fin de calificarlo.

c) Consecuente: Es parte del proceso educativo, en donde la evaluación debe ser constante y planificada, con diferente soporte material, variando el objeto de conocimiento que se evalúa, el tipo de dificultad que explora y los objetivos a los que hace referencia, que tiene como fin la modificación y el continuo mejoramiento del/a alumno/a que está siendo evaluado.

d) Coherente: Porque está relacionada con cada etapa del proceso educativo, que permite establecer ciertos procedimientos y alternativas eficaces para alcanzar un conjunto de metas educativas.

Recuerda siempre, colega docente: La misión de la evaluación en educación es ayudar a las personas a aprender más y mejor.
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