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Derribando barreras
La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad reconoce que existen barreras constituidas en factores fundamentales de la marginación y discriminación.
Señala que la discapacidad es un concepto que evoluciona, resultado de la interacción de las personas en condiciones específicas y de problemas de actitud y entornos, que impiden la participación en el grupo social.
La accesibilidad y la inclusión de las personas con discapacidad son derechos fundamentales reconocidos por la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, de ellas depende el pleno goce de los demás derechos.
La Convención establece que las personas con discapacidad deben llevar una vida independiente y participar de manera activa en el desarrollo de la sociedad.
Manda a los Estados a tomar las medidas pertinentes para otorgarle el pleno acceso a la actividad cotidiana y eliminar todos los obstáculos a su inclusión.
La Agenda 2030 se compromete a no dejar a nadie atrás, a tener en cuenta la equidad, igualdad y calidad.
Las personas con discapacidad, como beneficiarios a la vez que agentes de cambio, propician el desarrollo inclusivo y sostenible.
El colectivo de personas con discapacidad es, por lo general, la de menor oportunidad económica, peor acceso a la educación y la de indicadores de pobreza más elevados.
A estos obstáculos cotidianos se suman la discriminación social y la falta de legislación adecuada para su protección.