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Cada vez más se acentúa la vulnerabilidad de nuestro planeta, y lo más curioso es que ante la posibilidad de que la situación se torne insostenible, seguimos destruyendo los pocos recursos que nos quedan. En el momento actual nos debatimos entre el ecocidio (muerte de la naturaleza), y una suerte de voluntad política (decisión de políticos que tienen poder), para encauzar la degradación del entorno natural.
La realidad es que el medio, se ve cada vez más castigado por la falta de acciones, principalmente en el plano de toma de conciencia. En la actualidad existen muchos organismos, grupos, movimientos y personas preocupados por el tema, pero lo lamentable es que aún no se ha dado el paso siguiente, es decir, la acción que nos lleve a mejorar el ambiente degradado.
La degradación del entorno es una realidad cuya consecuencia lo vemos a diario, así citamos algunos de ellos como: escasez de agua para todo uso, pero principalmente carencia de agua potable; falta de servicios de saneamiento básico; impactos de los fenómenos climáticos; disminución de la fertilidad de la tierra, como así también el aumento de su degradación.
A causa del rápido crecimiento de la urbanización, y de las actividades industriales, la polución del aire sigue en aumento. La contaminación por compuestos químicos está poniendo en peligro el ecosistema terrestre y acuático, contribuyendo así al calentamiento de la atmósfera. Más del 80% de los bosques del planeta están destruidos o degradados, una cuarta parte de las especies de animales del mundo está en grave peligro de extinción, y la diversidad biológica está desapareciendo a una velocidad alarmante.
Estas realidades nos invitan, a salir de nuestras pasividades, a fin de actuar, pensando en las presentes y futuras generaciones.
¿QUÉ PODEMOS HACER?
Mirando la alarmante situación en la que nos encontramos ambientalmente hablando, una práctica interesante es estar en estado de permanente alerta, y preguntándonos ¿Qué podemos hacer?
* Fíjate en estas 3 prácticas que están a tu alcance:
1. Ves a tu vecino que quema su basura, te acercas y le dices: No quemes, aprovecha la materia orgánica (hojas) para hacer abono.
2. Ves a tu amigo que juega por el agua de la canilla, te acercas y le dices: Muchas personas no tienen agua, no desperdicies, ahorra.
3. Ves que tu mamá tira basura en el patio de al lado, te acercas y le dices: Mamá esa acción no es buena, administremos nuestros residuos en casa.
PARA CONOCER MÁS...
La degradación ambiental está matando niños, y los mata en cantidades escandalosas. De acuerdo con las estadísticas del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) la diarrea y otros casos relacionados con aguas insalubres causan miles de estas muertes anualmente.