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Las enciclopedias, así como los diccionarios, son consideradas obras de referencia, porque aportan información concisa y puntual sobre el tema consultado. Es importante conocer cómo se organiza la información y cuándo esta es confiable, de modo que nuestra consulta sea provechosa.
¿Cuáles son sus características?
Reúnen saberes acumulados y validados a lo largo de la historia por especialistas o expertos en los temas tratados.Concentran datos sobre los temas desarrollados que, en muchos casos, se encuentran dispersos en muchas obras, algunas de ellas de difícil acceso por su escasez o circulación limitada.Sus contenidos son elaborados por especialistas o expertos, a partir de muchas fuentes bibliográficas que en la mayoría de los casos implica años de estudio, investigación y documentación.Los temas se desarrollan en artículos o notas que, por lo usual, se organizan en orden alfabético mediante palabras o frases que los encabeza, que se denominan entrada.La función del lenguaje predominante en ellas es la informativa; y las tramas textuales usuales son la narrativa, la descriptiva y la argumentativo-explicativa.Además de definiciones, se incluyen ejemplos, biografías, explicaciones, infografías, líneas de tiempo, descripciones, ilustraciones, fotografías, tablas, ente otros.Una de las finalidades de las enciclopedias es la de poner el conocimiento al alcance de un mayor público lector; por ello, el lenguaje sin dejar de ser preciso, evita el academicismo y el abuso de jergas (lenguaje técnico).
¿Por qué siguen vigentes las enciclopedias?
Porque…
En ellas se encuentra de manera rápida la información básica de cualquier área del saber.
Contienen información estructurada, la cual permite tener una visión global del tema consultado.
Facilitan el acceso a la información, que de otra manera resulta difícil o costoso encontrar.
Sirven de guía para profundizar en el estudio, la investigación y el aprendizaje sobre el tema consultado.
Son prácticos, pues en un solo tomo o en unos cuantos tomos reúne toda información disponible sobre el tema consultado.
La información es confiable y fidedigna, puesto que está basada en investigación y documentación previa; es decir, en fuentes bibliográficas, académicas, científicas o históricas comprobables y reconocidas como tales en el ámbito del saber al que se refieren.
¿Cómo manejar la información en las enciclopedias?
Primero, debemos tener delimitado el tema que deseamos consultar y la o las preguntas que cuyas respuestas deseamos encontrar.
Segundo, buscamos la palabra o la frase (entrada) más apropiada para el tema que deseamos consultar.
Tercero, leemos detenidamente el artículo, buscando la o las respuestas a la o las preguntas que nos hemos formulado.
Luego, tomamos nota de la información que hemos encontrado, en forma de resumen, de síntesis, de esquema o de mapa conceptual. En cualquiera de los casos, debemos ser fieles a la información. Anotamos la información bibliográfica básica (título de la enciclopedia, lugar de publicación, editorial, año de publicación, página/s donde se obtuvo la información).
Actividades
1. Seleccionamos un tema para consultarlo en una enciclopedia (disponible en casa, la institución educativa o en internet).
2. Elaboramos una o más preguntas que guiarán nuestra consulta.
3. Buscamos la entrada más apropiada para recabar la información sobre el tema.
4. Leemos detenidamente el artículo, buscando la o las respuestas a la o las preguntas que nos hemos planteado.
5. Tomamos nota de la información disponible en la enciclopedia.