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1.a etapa. Establecimiento del contacto: se debe escuchar atentamente, reflejar sentimientos, aceptar las razones que esgrime la persona y creerle sin juzgarle. Lo que no se debe hacer es restarle importancia a lo que nos manifiesta, impedir que exprese sus sentimientos y contar nuestra historia en situaciones conflictivas.
2.a etapa. Conocer las dimensiones del problema: formular preguntas abiertas que permitan conocer cómo piensa el adolescente y facilitar la expresión de sentimientos.
Explorar siempre la presencia de pensamientos suicidas, lo que no se debe hacer es atenerse a realizar preguntas que sean respondidas con monosílabos (sí o no) o evaluar el discurso del adolescente a través de la experiencia propia, que es válida para otros.
3.a etapa. Posibles soluciones: establecer prioridades de soluciones, abordando directamente los posibles obstáculos para su consecución y desaprobar la solución suicida como forma de afrontar situaciones problemáticas. Reforzar el concepto de que el suicidio no es una solución definitiva a problemas que usualmente son temporales.
4.a etapa. Acción concreta: tomar una medida a tiempo (involucrar a la familia, acercar a las fuentes de salud mental e imponer tratamiento). Nunca debe dejarse sola a una persona en crisis de suicidio.
5.a etapa. Seguimiento: realizar el contacto para evaluar los progresos o retrocesos del adolescente en su sintomatología suicida. Lo que no se debe hacer es dejar la evaluación a otra persona que desconozca el caso y le sea imposible establecer una comparación con su estado inicial.
4.° momento. Evaluación dinámica: El regalo
• El facilitador indica a los participantes que aquel que quiera dar un regalo simbólico, el cual puede ser una idea o un deseo, a otra persona, podrá hacerlo.
• El facilitador solicita a los participantes que se pongan de pie y formen un círculo, diciendo: «Si alguien desea agradecer, puede hacerlo con una expresión verbal».
• Los participantes entregarán los regalos a quienes escogieron, el facilitador analiza la vivencia y pregunta:
a. ¿Cómo se sienten?
b. ¿De qué se han dado cuenta?
c. ¿Cómo valoran ese regalo?
d. ¿Qué utilidad piensan darle?
Qué no hacer
• Restarle importancia a lo que él expresa.
• Ignorar sus sentimientos.
• Contar nuestra historia personal.
• Hacer preguntas que solo pueda contestar con sí o no.
• Dejarlo solo.
• No tomar una decisión a tiempo.
• No comunicar a los padres o familiares del joven.
• Impedir que hable de su sufrimiento.