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Muchos de nosotros cuando nos subimos a un auto nos ponemos el cinturón de seguridad, casi sin pensarlo, pues debería ser igual cuando de respeto al medioambiente se trate. Si tenemos un plástico en nuestras manos, por ejemplo, automáticamente debemos depositarlo donde corresponda y así poder reutilizar o reciclar.
O el simple gesto de cerrar el grifo de agua mientras nos lavamos los dientes para no desperdiciarla.
El planeta Tierra es nuestra casa y en ella viviremos mucho tiempo. Debemos cuidarla para que los niños del futuro también puedan disfrutar de la naturaleza. Para ello, desde pequeños debemos aprender a cuidarlo y no contaminarlo, pero necesitamos conocer de qué manera hacerlo.
Jugamos a ser un árbol
Para llevar a cabo este juego se debe ir con los niños a un parque y realizar un estudio (breve) de la flora del lugar. Observar, tomar nota, sacar fotos, entre otros, sobre diferentes plantas.
Luego, ya en la escuela, la maestra selecciona al azar a dos niños a quienes les asignará de forma secreta el papel de convertirse en un árbol en particular. Los niños pasarán al frente del salón y se designará la mitad del pizarrón para cada niño. A continuación (y sabiendo los niños qué árbol tendrán que personificar) se inicia la tarea de darles pistas a sus compañeros para que estos adivinen qué árbol está representando cada niño. Por ejemplo: Soy un árbol que demora muchos años en crecer, me gusta la humedad, me agrada crecer muy alto por encima de otros árboles, doy una extraña pero bonita flor, entre otros. Es importante recordar que las preguntas se tienen que relacionar con lo aprendido en el parque botánico.
Parte importante de cuidar el medioambiente es aplicando las 3 R: reducir, reutilizar y reciclar. ¿Sabías que este es su símbolo? Pintamos las flechas en verde.
REduce
REutiliza
REcicla