Cuando los textos nos dan una particular visión de su autor

Los ensayos son textos argumentativo-expositivos que ofrecen interpretación o explicación sobre un tema; el análisis que realizan sus autores no pretende ser exhaustivo sino original. Los ensayos nos dan una particular visión de su autor sobre los temas que abordan.

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Características del ensayo

.Su trama textual predominante es argumentivo-expositiva.

.La función textual predominante es la informativa.

.Su extensión es variable y su estructura flexible; aunque por lo general presenta la siguiente: planteo, expresión de la opinión, argumentación y conclusión. (Esta estructura fue desarrollada en el material Usted dirá, señor don texto: Leemos textos que buscan convencernos, publicado el 26 de agosto de 2014.)

.El autor asume una posición particular ante el tema que aborda.

.Tiene una intención persuasiva, pues busca convencer al lector.

Para leer un ensayo

1. Primero, reflexiona sobre lo que te dice el título: ¿qué sabes al respecto?

2. Seguidamente, realiza una lectura completa del texto.

3. Busca en el diccionario las palabras cuyos significados desconozcas.

4. Vuelve a leer el texto, de manera más detenida.

5. En los primeros párrafos identifica el tema y la tesis del autor o sus ideas al respecto.

6. En el desarrollo, busca los argumentos en los que se apoya el autor, incluyendo las anticipaciones a ideas contrarias o antítesis, y cómo las refuta.

7. En el o los párrafos finales, reconoce las ideas concluyentes o de cierre.

Leamos el siguiente ensayo:

Orígenes de la violencia

José María Rivarola Matto

Si rastreamos en la historia y aun en la protohistoria, nos encontramos con que siempre hubo violencia. Luchas individuales, colectivas, guerras, paz transitoria y ciclos que se reiteran una y otra vez, a pesar del cambio de forma de las contiendas y las armas.

Si encontramos una suerte de regularidad en las confrontaciones de todos los tiempos, es atinado buscar una causa que precipita los conflictos, o una serie mayor de ellos.

El presente ensayo se enfrenta con una serie de causas que evidentemente originan las contiendas y tratándolas fácilmente se llega a la conclusión de que todas ellas, de un modo o de otro, son eficientes para desencadenarlas, pero que ninguna de tales causas, por sí solas no las explican todas, o la mayor parte de ellas.

Hablamos de la agresividad como particularidad de las especies vivas, buscamos motivos irracionales, racionalizamos los hechos después de sucedidos; necesitamos descargar energía, analizamos las causas de las guerras, entre los primitivos, los animales, los insectos. Acudimos a factores psicológicos, demográficos, económicos, etcétera. Repetimos: todos son causas de algunos hechos, pero no de todos, ni siquiera de una mayoría.

Nuestros variados análisis nos han llevado por las sendas más dispares. Hemos meditado sobre la naturaleza de la violencia y las pulsiones que la provocan. Como aquí no se puede abarcarlas totalmente, hemos buscado una síntesis que si no explica todo el panorama, nos abre una senda para pensar. Es el convite más tentador que puedo hacer al pueblo paraguayo.

Para nuestro atrevido juicio, debemos pensar en nuestros orígenes biológicos para encontrar una pista que se pueda generalizar. A partir de la primitiva bacteria —3000 millones de años atrás— estos microscópicos seres vivos nacían, crecían, se reproducían y morían. La evolución de las especies fue desarrollando y haciendo mejores a los insectos y animales que lograban sobrevivir, en el mar, las costas de las mareas o las tierras. Mas el crecimiento de estos minúsculos y posteriormente más grandes seres en un planeta ya ocupado, se realizaba a costa de los que ya les habían precedido, es decir, el insecto más fuerte, a costa del espacio del más débil, y este empujando al de más allá, en procura de alimentos o de simple lugar.

Todas las especies crecen a costa del espacio ya habido por otros, sean estos gaseosos, líquidos o sólidos. El espacio completamente vacío parece que no existe en el universo. Por lo menos hay un átomo en cada decímetro cúbico del mismo, sin considerar las partículas y aún fotones que los cruzan en todos los sentidos a velocidades de la luz.

Si crecemos como energía biológica o física a costa de espacio ya ocupado, es creíble que los mínimos corpúsculos se empujen y aparten.

Tal es el origen de la agresividad, principio de la violencia. El natural aumento de la agresividad para vivir, termina en la violencia irracional.

Fuente

En Vallejos, R. (Ed.). (2002). Ética y moral. Asunción: El Lector.

Actividades.

1. Leemos el texto, según se recomienda en Para leer un ensayo.

2. Identificamos el tema y la tesis del autor.

3. Reconocemos sus argumentos.

4. Sintetizamos el ensayo en un solo párrafo.

5. Formamos grupos de trabajo y compartimos nuestra tarea.

6. Discutimos sobre las ideas del autor del ensayo y exponemos nuestras propias ideas.

7. Presentamos nuestras ideas sobre el tema ante el grado.

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