Cuando las "cosas" hablan...

Cargando...

Sí, a veces "las cosas" hablan y ¿qué nos cuentan?

Dando rienda suelta a su imaginación, el escritor Constancio C. Vigil nos presenta relatos en primera persona que proyectan mensajes aleccionadores. Leamos tres de ellos y concluyamos en cuanto a los puntos extraíbles de cada contenido.

Las lecturas propuestas toman como base temática partes de la casa. Adentrémonos en ella y escuchemos sus reflexiones.

Lectura 1

La puerta

Cerrada para el enemigo, abierta de par en par ante el amigo, soy como el corazón. Él también solo se abre para la noble palabra y para el buen sentimiento; también se cierra ante la violencia y ante el odio.

Gracias a mis goznes, ando de aquí para allá y me estoy siempre en mi sitio, en mi ley y en mi camino... Existen, en cambio, personas a quienes, seguramente, por olvido, no les colocaron goznes... Se abren de su destino, se extravían y en ocasiones se vuelven tan inútiles como una puerta dejada o abandonada contra un muro.

El cerrojo es la consigna que recibo. Principalmente de noche, es preciso cumplirla al pie de la letra. ¡Nadie pase! Y ¡nadie pasa! Mi dueño duerme y yo velo su sueño.

Lectura 2

La ventana

¿Qué sería sin mí la casa? Oscura y sin el encanto que yo le doy parecería una cueva. Gracias a mí es diferente la habitación del hombre de la que tienen las fieras y toda clase de alimañas. Ventana significa humanidad en la vivienda; significa arte, adorno, encanto, poesía.

Por la puerta entran y salen los seres y las cosas; por mí entran y salen las miradas, los deseos, los pensamientos, las imágenes, la luz, el aire, la fragancia de las flores.

Soy ojo abierto ante la inmensidad que rodea la morada del hombre.

Soy el marco de magníficos paisajes en los que aparecen jardines, montañas, la tempestad, el arcoíris, y en las noches serenas brindo el majestuoso espectáculo de la bóveda estrellada.

Lectura 3

La escalera

Al mirarme, piensa, niño, en tu vida, que es como una escalera.

Mis escalones son las horas de tu vida, los días de cada mes, los años de tu existencia.

¡Sube, escalón por escalón, con paso firme! ¡Aprende lo que te enseñan, corrige tus defectos, procura valer más y ser un poco más bueno cada día!

Así, cuando te duermas cada noche, podrás pensar que subiste el escalón de ese día y que mañana serás mejor que hoy; cada mes habrás ascendido en tu valer un poco más; cada año habrás de sentirte, por tus merecimientos, a una mayor altura.

Cuando seas grande, por haber crecido tu cuerpo, te sentirás grande también por haber ascendido en la escalera de la vida hacia la bondad y la sabiduría.

Actividad

*Leemos en voz alta cada propuesta.

*Elegimos a un moderador para el debate.

*Nos disponemos a emitir nuestras opiniones con relación a cada texto.

*Escuchamos atentamente a los compañeros participantes del debate.

*Escribimos en el pizarrón el resumen de las aportaciones.

*Nos proponemos llevar a la práctica las conclusiones anotadas.
Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...