El agregado de materia orgánica, preferiblemente, debe ser muy superficial para su rápida descomposición. Si se posee materia orgánica descompuesta, como el Compost, mejor humus de lombrices, su incorporación puede ser algo más profunda. De preferencia se hará con la haya, sin voltear el suelo, y en grandes extensiones con arado subsolador, que incorpore a la vez la materia orgánica trabajada; las cantidades recomendadas son de cuatro kilos por metro cuadrado, o sea, de 40 toneladas por hectárea.

El encalado es muy necesario, ya que disminuye la plasticidad, aumentando la permeabilidad los mismos.

La cantidad de cal agrícola o cal recién quemada es de 300 a 500 gramos por metro cuadrado, o sea, de 2000 a 3000 kilos por hectárea. Esto es conveniente realizarlo cada tres a cuatro años. Sin embargo, es recomendable y conveniente que esta labor sea consultada con expertos y no realizarla simplemente por realizarla, con consecuencias que pueden ser drásticas.

CÓMO ABRIR LOS CONTENEDORES O FRASCOS

A menudo, para consumir el alimento, se tienen dificultades a la hora de abrir la tapa a causa del vacío de aire que se ha formado en el interior del contenedor.

Por lo general, sin embargo, empleando un poco de fuerza se logra abrir la tapa, y dicha apertura viene acompañada por un chasquido característico, provocado por la súbita introducción de aire. En los tarros cerrados, mediante una cápsula metálica, la superficie exterior de la tapa vuelve a ser plana y desaparece la depresión central.

Cuando no se logre abrir el preparado, puede recurrirse a los sistemas que indicamos.

Si el contenedor está cerrado mediante una cápsula metálica, es conveniente emplear un abrelatas normal, evitando dañar el cuello del recipiente de vidrio que, en caso de deteriorarse, ya no se podría utilizar de nuevo; por el contrario, es irrelevante que se destruya la cápsula pues, a continuación, deberá sustituirse en cualquier caso.

Si el contenedor tiene la tapa de vidrio y la protección de goma, puede sumergirse durante algunos minutos en agua caliente, pero no hirviendo, tras haberlo extraído del agua se hace suavemente palanca entre el borde de la tapa y la protección con un cuchillo resistente. Si se estropea la protección no pasa nada, pues en cualquier caso deberíamos sustituirla.

Este segundo método no se emplea en el caso de los tarros cerrados mediante una cápsula metálica, porque el cuchillo, al hacer palanca, estropearía casi con seguridad el cuello del contenedor, volviéndolo inservible.

PLAGUICIDAS ORGÁNICOS

Diente de león (Taraxacum officinalis)

Es una planta pequeña de hojas verdes y dentadas, con flores amarillas; es inhibidora del crecimiento. En plantas pequeñas, como hortalizas, sirve para repeler nematodos. Cuando muere da a la planta vecina la capacidad de tomar del aire ácido silícico.