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Los compatriotas indígenas son una parte importante de la población paraguaya, frecuentemente los vemos pasando situaciones de necesidades en las calles de nuestras principales ciudades. Mencionan la falta de trabajo, tierras y fuentes de sustento como causantes de la situación en la que se encuentran.
En varios países de Sudamérica se han dado experiencias interesantes de cooperativas indígenas que los han ayudado a estar en una mejor situación económica. Veremos el caso de algunas.
En Costa Rica, en la zona de Talamanca, un grupo de indígenas formaron la cooperativa Coopetsiola, con el fin de encontrar una mejor forma de comercializar su producción de bananas. Así, en el 2007 pasaron de las ideas a la acción y decidieron darle mayor valor agregado a la producción. En lugar de vender solamente bananas, optaron por envasarlas y darle una mejor presentación. Crearon la cooperativa de producción que se encarga del procesamiento y envasado del plátano, muy consumido en ese país. Las operaciones fueron creciendo y en los últimos años han mejorado la pequeña fábrica que les permite mejorar su producción. Asimismo, se capacitan permanentemente en aspectos de administración y comercialización, que les posibilite producir con más calidad y llegar a mayores mercados.
La cooperativa ha sido de gran ayuda para los indígenas. Les permite vender mejor lo que han producido y a precios más estables. La fábrica que montaron proporcionó fuentes de trabajo a la población y han incorporado a la cooperativa, a comunidades indígenas de otras regiones.
Otra cooperativa indígena en Costa Rica se llama Coopechuri, que tiene como actividad brindar servicios turísticos. La región donde se asienta la comunidad es de muy difícil acceso, solo por canoas o caminando. Los indígenas aprovecharon esta situación para mantener su cultura y crear un destino turístico único en el país. A fin de ofrecer una atractiva oferta turística, uno de sus productos es el programa de voluntariado de hasta un mes, en el que enseñan a los participantes de otras regiones del país y del exterior sobre conservación de la naturaleza y la cultura indígena mediante el compartir con las familias de la comunidad. Sus servicios son promocionados en todo el país por centrales de cooperativas de servicios turísticos.
En tanto que en la ciudad de Cuenca, Ecuador, desde hace más de 30 años operan diversas cooperativa de ahorro y crédito indígena, con sucursales en diversas regiones de ese país. La mayor parte de sus 3500 asociados son indígenas y campesinos, quienes se dedican a la agricultura y al comercio en sus comunidades. Los servicios están disponibles para cualquiera que desee asociarse. La actividad principal es el otorgamiento de microcréditos para ayudar a sus asociados en sus emprendimientos.
Estas comunidades nativas han mejorado de manera importante el nivel de vida mediante el trabajo en cooperativas. Estas experiencias podrían ser replicadas en nuestro país y obtener que nuestros compatriotas logren sostenerse en sus comunidades originarias y ofrecer un adecuado bienestar.