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La escuela es un excelente ámbito para implementar las ideas y conocimientos sobre las cooperativas organizando una, creada y dirigida por los mismos alumnos.
La Unesco define: «Las cooperativas escolares son sociedades de alumnos administradas por ellos con el concurso de los maestros y con vistas a actividades comunes, inspiradas por un ideal de progreso humano basado en la educación moral, cívica e intelectual de los pequeños cooperadores por medio de la gestión de la sociedad y el trabajo de sus miembros».
Para iniciarlas, es importante que los educadores señalen las bondades del cooperativismo y sus valores tanto a los alumnos y a la comunidad educativa, como a los padres. Se crea una organización en la cual la dirección, los objetivos y las actividades deben surgir de los mismos alumnos, y la labor del docente sea la de asesorar sobre aspectos doctrinarios y de organización, a la vez de guiar el proceso.
Su objetivo principal no es formar pequeñas empresas productivas, sino crear un espacio en el cual se pueda aprender practicando sobre la ayuda mutua, la democracia y la participación, y, a la vez, desarrollar actitudes de liderazgo, responsabilidad y compromiso. La finalidad debe ser esencialmente pedagógica.
Entre los objetivos a tener en cuenta para la creación de la cooperativa escolar deben estar las necesidades de los alumnos o la comunidad educativa, pero también se pueden considerar objetivos culturales, artísticos o deportivos. Se conocen experiencias de bibliotecas, coros, pequeñas orquestas, actividad teatral y deportiva que son llevadas adelante por cooperativas escolares.
El proceso de formación es similar al de las demás cooperativas: empieza con la divulgación del cooperativismo, su historia, los valores y principios, los modelos de organización. Al mismo tiempo, se analizan las necesidades de la comunidad educativa y las respuestas que se podrían dar con el modelo cooperativo.
Luego, un grupo de alumnos y docentes trabajan en una comisión para ampliar sus conocimientos, y preparan mejor la propuesta para presentarla en la escuela e ir organizando la asamblea de constitución. También se elabora la propuesta de estatutos para su aprobación.
Entre las posibles actividades, se sugieren provisión de libros, útiles escolares o alimentos. Elaboración de manualidades o artesanías que pueden ofrecerse a toda la escuela, actividades artísticas y hasta la creación y gestión de pequeñas huertas, si la infraestructura de la escuela lo permite.
Participar en la organización de las cooperativas escolares, ver alternativas, tomar decisiones, administrar, consensuar y cooperar son prácticas que permiten a los alumnos formar actitudes de responsabilidad y sentido de la honestidad y responsabilidad.
Fuente
Recuperado de: http://www.aciamericas.coop/Cooperativas-escolares