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Los elementos de la tabla periódica que pertenecen a un grupo o a un periodo comparten determinadas características. Se agrupan de acuerdo a su configuración electrónica: el número de electrones que tienen y la manera en que se distribuyen en la corteza. Las propiedades físicas y químicas de los elementos se relacionan con esa configuración que presentan.
La clasificación de los elementos químicos en metales y no metales es la más básica que existe, aunque no refleja plenamente las características de los elementos, ya que existen muchos de ellos en los que se observan propiedades de un grupo y del otro (metaloides). Los metales se ubican en el lado izquierdo de la tabla, los no metales en la derecha y los metaloides en la zona intermedia entre ambos.
Son ejemplos de metales: el hierro, cobre, oro, plata, aluminio, sodio, potasio, calcio, níquel, zinc.
Son ejemplos de no metales: carbono, oxígeno, nitrógeno, hidrógeno, flúor, iodo, bromo y los gases nobles.
Los metaloides o semimetales son elementos químicos con propiedades físicas y químicas intermedias entre los metales y los no metales. El boro, silicio, germanio, arsénico, antimonio, telurio y polonio son los llamados metaloides. Son semiconductores tanto del calor como de la electricidad.
Fuentes. Recuperados de: http://es.wikibooks.org; https://www.uam.es