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Para su estudio recurrimos a la teoría de Paul Maclean, esbozada en 1950. Maclean, antiguo director del Laboratorio del Cerebro y el Comportamiento del Instituto Nacional de Salud Mental de los EE. UU., elaboró un modelo de cerebro basado en su desarrollo evolutivo. Se le denomina como «teoría del cerebro triuno» porque MacLean sugiere que el cerebro humano contiene actualmente tres cerebros en uno. Cada una de las capas o «cerebros» fueron añadiéndose sucesivamente como respuesta a las necesidades evolutivas. Las tres capas son el sistema reptiliano, el límbico y el neocórtex. Cada capa está orientada hacia funciones separadas del cerebro, pero las tres interactúan sustancialmente.
1. El cerebro reptiliano
Está constituido por un conjunto de estructuras (los ganglios basales, el tallo cerebral y el sistema reticular), que constituyen la parte más antigua del cerebro. Se encarga de controlar el ritmo cardíaco, la respiración, la temperatura corporal, el sistema de reacción «lucha o huída», y la activación y la energía para procesos como la atención y la consciencia.
2. El cerebro emocional
Llamado también cerebro mamífero, paleomamífero o sistema límbico está constituido por un grupo de estructuras cerebrales que permiten funciones, como la expresión de las emociones, desarrollar el apego o mostrar afecto. Aspectos claves que facilitan procesos más complejos, como la participación en dinámicas grupales, la afiliación, la cooperación o el enamoramiento. A través de la corteza prefrontal, el cerebro emocional conecta con el neocórtex y modula afectivamente las respuestas que se producen en los niveles de procesamiento cognitivo superiores.
3. El cerebro humano (racional)
También llamado neomamífero o cerebro racional está constituido por el neocórtex y es exclusivo de los humanos y de una serie de primates superiores. No es una estructura uniforme, sino que se encuentra dividido en los dos hemisferios cerebrales. Gracias a la existencia de esta estructura podemos realizar funciones cognitivas superiores complejas y sofisticadas, como la función simbólica, el lenguaje, el razonamiento, la toma de decisiones, la planificación o la lectura.
Fuente: Paul Maclean y el cerebro triuno. Disponible en: https://bit.ly/2JfWUCM